Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: domingo 07 de noviembre de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
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Una vez más como hace dos años un puñado de personajes opositores al actual Ejecutivo quiere desestabilizar el gobierno democráticamente elegido en Bolivia y para eso intenta apoyarse a cualquier manifestación o marcha que la dirigencia paralela de muchas organizaciones quiere activar.
Una vez más el país se encuentra en la división que generan los cívicos encabezados por Rómulo Calvo de la entidad cruceña, quien arremete contra el actual Gobierno cambiando de discurso e introduciendo el pedido de renuncia del Presidente democráticamente electo con e 55% de los votos.
En la vida nada es casualidad y las declaraciones del presidente del Comité Cívico de Santa Cruz tergiversan o se aprovechan de un paro que genera un grupo de gremialistas, para exigir la renuncia del presidente Arce, que fue elegido democráticamente el 18 de octubre de 2020.
Este pedido de Calvo lo único que muestra es que vuelven a la carga los opositores radicales bajo un solo objetivo, tomar el poder de manera violenta ya que no pueden conseguir ese objetivo en las urnas.
Una vez más los opositores logieros del oriente boliviano buscan dividir el país desechando las autonomías que era una de sus banderas y ahora buscan un falso federalismo que seguramente no podrían manejar si es que ese federalismo es conquistado por el actual gobierno.
Bolivia, que día a día va creciendo económicamente y se va recuperando de uno de los más grandes saqueos de la historia, tiene que luchar junto a su pueblo contra estos grupos opositores que no piensan en el desarrollo de nuestra nación.
Para este lunes el país tendrá el informe del presidente Luis Arce, pero estamos seguros de que los opositores no analizarán el informe y saldrán a decir que todo está mal y seguirán con sus intentos desestabilizadores bajo una sola consigna: generar un golpe de Estado y buscar la división del país.
Es por todo eso que gremialistas, transportistas, mineros, fabriles, campesinos, indígenas, interculturales salieron a apoyar al actual Gobierno y negaron al Comité Cívico de Santa Cruz su participación en el paro indefinido que intentan imponer.
Toda Bolivia está en contra de un paro de un golpe de Estado y mucho menos de una división tanto humana como económica, por lo que el país debe seguir buscando el mejor camino para salir de la crisis económica que dejaron como herencia los actores del golpe de Estado.