Una inesperada crisis política de magnitud amenaza al gobierno del Estado Plurinacional en momentos en que trata de reactivar el aparato económico. Afectado por una secuela de problemas sociales y políticos, se ha visto ante algunas dificultades originadas en el mismo gobierno por vía del Parlamento, donde se intenta sancionar un paquete de leyes que la ciudadanía ha visto que sería contrario a sus derechos fundamentales.
Grandes movimientos sociales –como los que han dado lugar a huelgas, paros, marchas, amenazas, intentos desestabilizadores, etc.— han sido promovidos por esas causas, poniendo al Estado en posición defensiva, que lo obligó a ceder y retroceder en algunas de sus posiciones, al extremo que la oposición afirmó que su ofensiva había causado una derrota al equipo gobernante del MAS y provocado el actual estado de cosas.
La crisis estalló de forma algo inocente con el peliagudo asunto de los enfrentamientos entre cocaleros de los Yungas de La Paz, que, en el fondo, quieren tener el control del consumo de coca y derivados en sus manos. Pero cuando las autoridades creyeron que la tempestad había pasado, surgió la cuestión de un paquete de leyes llamadas “terroristas” contra el terrorismo, las ganancias ilícitas y otros, cuyo efecto llegó a todo el país. Semejante accionar contaminó a otros sectores sociales y continuó expandiéndose, hasta alcanzar alarmante nivel nacional, lo que obligó al Órgano Ejecutivo a dar sendos pasos hacia atrás, suspendiendo, con mucho pesar, la vigencia de disposiciones legales en vías de promulgación.
Sin embargo, a pesar de los buenos deseos del gobierno, las fuerzas populares no están satisfechas, han fortalecido su ofensiva para hacer cumplir sus exigencias, obligando al gobierno a preparar una nueva retirada, de tal forma de calmar la ola opositora que puede convertirse en un tsunami, similar al de noviembre de 2019.
En todo caso, la marcha de la historia no se detiene y, pese a todo, podría ofrecer hechos increíbles, como los que pronosticó el mismo gobierno o sea un “golpe”, (pero sin Jeanine).