Medio: El Deber
Fecha de la publicación: martes 19 de octubre de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Marchas, bloqueos, paros y otros
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La semana comenzó con anuncios de más conflictos por parte de los sectores que exigen que el
Gobierno deje sin efecto la Ley de Estrategias Contra las Ganancias Ilícitas.
Sin embargo, esta vez el Ejecutivo no cederá, como lo hizo la semana pasada con
el retiro del proyecto de ley 218, anticipó la ministra de la Presidencia,
María Nela Prada, al inicio de la jornada.
Por la noche, el
presidente Luis Arce se reunió con la plana mayor de la Central Obrera
Boliviana (COB) y del Pacto de Unidad, el grupo de organizaciones que respalda
al MAS, para marcar distancias con los sectores que anticipan movilizaciones
contra la Ley 1386 que dio vida a la Estrategia de Lucha Contra la Legitimación
de Ganancias Ilícitas a la que califican de “anticonstitucional”. Tras la
reunión, los aliados del Gobierno se declararon en “estado de emergencia”
y respaldaron a Arce frente afanes “desestabilizadores” de
sectores opositores, “especialmente de Santa Cruz”.
Flora Aguilar,
ejecutiva de la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, leyó un
pronunciamiento e informó que evaluaron el primer año de “la
recuperación de la democracia” a propósito del aniversario del 55,10% con
el que Arce llegó al poder en 2020.
“Resolvemos
mantener y forjar aún más la unidad del pueblo boliviano en torno al
gobierno conformado por Lucho y David (Choquehuanca)”, señala el documento que
se presentó en la Casa Grande del Pueblo.
En segundo lugar,
estas organizaciones definieron garantizar el trabajo estatal, productivo e
industrial para el desarrollo del país. Reconocieron y valoraron “la
reconstrucción de la estabilidad económica, política y social, que demuestra un
verdadero cambio y mejora en la calidad de vida de las bolivianas y los
bolivianos después de sufrir un golpe de estado destructor y saqueador”.
Por lo tanto, las organizaciones ratificaron la declaración de “estado de
emergencia ante cualquier intento desestabilizador”.
El ejecutivo de la
COB, Juan Carlos Huarachi, dijo que “hay intentos de desestabilización desde
Santa Cruz”. “Estamos alerta ante cualquier intento de arriesgar el proceso
y a la democracia. El pueblo le dice basta a los actos de racismo,
discriminación y de desestabilización”, apostilló.
Para cerrar, Arce
agradeció el apoyo que le ratificó este lunes la COB, el Pacto de Unidad, “y
quienes nos han elegido para recuperar la democracia”. Adicionalmente, reiteró
el compromiso de seguir avanzando en la reconstrucción de la economía para
eliminar el desempleo y que los microproductores generen riqueza en un ambiente
de paz. Señaló que en la reunión ratificaron su apoyo y están en desacuerdo con
la desestabilización. “Estamos unidos, quienes enfrentamos un gobierno
golpista y ahora en democracia reconstruimos nuestra economía”,
remarcó la autoridad y advirtió que “nadie puede hablar en nombre de las
organizaciones” con las que se reunió.
La pasada semana,
varios sectores sociales y productivos, incluso cercanos al MAS, demandaron que
se retire el proyecto de ley 218 de su tratamiento en el Senado. La presidenta
de la comisión de Constitución de la Cámara Alta, Virginia Velasco, señaló que
hasta ayer no había llegado la nota del Ejecutivo para que se retire
formalmente la propuesta legal que ya había sido aprobada en
Diputados, pese a las observaciones.
Por la mañana, otros
sectores sociales cerraron filas para apoyar a Arce tras una denuncia sobre las
amenazas contra su vida. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, señaló
que hubo un plan para matar al jefe de Estado, el día que asumió
funciones. Apuntó a “sicarios” presuntamente contratados por Luis
Fernando López, el ministro de Defensa de la gestión de Jeanine Áñez.
La declaración de la
autoridad responsable de la seguridad interna del país se dio en momentos en
que el Ejecutivo enfrenta tensiones por reclamos de varios sectores, entre
ellos gremialistas, transportistas y cooperativistas mineros, que
insisten en derogar la Ley 1386, vigente desde agosto.
“No tenemos
miedo, hermanas, hermanos”, aseguró el mandatario durante un evento
celebrado en el coliseo Julio Borelli, de La Paz.
Poco antes de ese
evento, la ministra Prada aseguró que hay un plan para desestabilizar al
Gobierno, incluso para “acabar con el Estado Plurinacional y la
Constitución”. Fue una postura distinta a la que había asumido durante
el fin de semana el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, que
destacó la necesidad de dialogar respecto a estos reclamos.
“Sectores como
gremiales y transportistas piden la abrogación de la Ley 1386 con medidas de
presión. Lo correcto es dialogar y evaluar las propuestas y las observaciones.
Esa es la forma correcta de construir la democracia, no es violentando el
Estado de derecho, no es violentando la actividad económica de la población,
más aún cuando estamos en pleno proceso de reconstrucción de la
economía boliviana”, dijo.
El sector gremial
definió un cronograma de movilizaciones desde el jueves 21 de octubre y empezó
a articularse con otros sectores que también se sienten perjudicados con la Ley
1386 y su anexo. De esta forma, los transportistas, panificadores, mineros
cooperativistas, magisterio, Fejuve-Cochabamba e incluso Adepcoca,
iniciaron contactos previos para protestar.
“Los cuentapropistas
se van a plegar, los cocaleros afirmaron que se sienten en peligro con esta
ley, entonces van a apoyar las movilizaciones en La Paz”, declaró
el máximo dirigente de los gremiales de Cochabamba, César Gonzales.
La Ley 1386 instruye
a la UIF firmar convenios con entidades para ubicar a sujetos obligados. La
norma requiere de dos decretos reglamentarios, los mismos que debían ser
promulgados 60 días después de la vigencia de la ley. Uno de ellos
tiene que ver con los mecanismos de control de capitales que debería
ejecutar la Aduana Nacional sobre la base de este nuevo cuerpo legal.
Además, dirigentes
de la Confederación de Cooperativas de Bolivia expresaron su preocupación por
la vigencia de la Ley 1386. El vicepresidente de esa organización, Braulio
Arguedas, dijo que esta norma puede activar una “mano dura” que el Gobierno
pretendía aplicar con el proyecto 218, que el Ejecutivo anunció retirar para
evitar conflictos. “El movimiento cooperativo se reunirá este jueves en La Paz
en una asamblea general extraordinaria y ahí haremos conocer nuestra postura
final, aunque la tendencia es que se pida la abrogatoria de la 1386 que
es la ley madre”.
Ayer se movilizaron
los dirigentes de Adepcoca por el centro de La Paz. La representante de este
sector, Tomasa Medina, afirmó que no quieren que el Gobierno acepte la instalación
de otro mercado cocalero como el que inauguró el dirigente Arnold
Alanes “vulnerando todas las normas”.
Ante la protesta,
decenas de policías cerraron los accesos a la Plaza Murillo, donde están las
sedes del Gobierno y el Legislativo.
Desde el plano
político, los opositores rechazaron las acusaciones del Gobierno sobre las denuncias
del supuesto magnicidio. Creen que se intenta crear “una cortina de humo” para
evadir responsabilidades. “Es un elemento más tratando de crear un caso de
supuesto terrorismo, golpe de Estado, buscando aspectos y factores para
inculpar a los líderes actuales”, declaró la senadora Centa Rek, de la
alianza Creemos, la fuerza política del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando
Camacho.
De hecho, la
autoridad regional calificó de “irresponsable” la denuncia del ministro
Castillo. “Si él tiene alguna denuncia, se debería haber hecho de manera
formal, no con estos comunicados a la población, que solo buscan
alarmar. Son denuncias irresponsables”, cuestionó el Gobernador.
Por la tarde,
Creemos aprobó un pronunciamiento de rechazo a la gestión política de Arce. “El
documento sentenció que es un “presidente sitiado por Evo Morales”. Que “su
gabinete, así como el Ministerio de Justicia responden a su antiguo dueño, y él
es solo un títere” en el entendido de cerrar el caso fraude electoral, “basados
en argumentos artificiosos de jueces y magistrados serviles y
corruptos y de un procurador que alejado de su rubro hace el ridículo”.
Franco Gamboa,
sociólogo y especialista en gestión pública, señaló que el Gobierno cometió
varios errores por haberse inclinado más al lado partidario, “que es
dominado por el líder del MAS Evo Morales” que al cumplimento de su propia
agenda “que era la reconciliación” del país “luego de la crisis política de
2019”.