El procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, informó hoy que esa institución culminó con la revisión de actas de las elecciones del 2019 y concluyó que en el país no hubo un fraude electoral.

“Podemos afirmar que no ha existido fraude en las elecciones del 2019 y que Bolivia no es un país fraudulento (…) En conclusión podemos decir que el único engañado del proceso fue el pueblo, la desconocida ha sido la democracia”, aseveró la autoridad.

Chávez, en esa línea, afirmó que el trabajo liderado por la Procuraduría revisó “acta por acta” y sin “ocultar nada” durante cinco días y demostró, dijo, que la idea del presunto fraude fue instalda a raíz de una “manipulación mediática”. Eso sí, afirmó que se encontraron “siete de 35 mil” que merecerían ser aclaradas.

 “Hemos visto acta por acta, sin ocultar nada. Es un acto de la transparencia y demuestra la gravísima manipulación mediática para posicionar la idea de que hubo un fraude electoral”, dijo.

Asimismo, señaló que la Procuraduría hizo en 5 días lo que la OEA debería haber hecho en 19 jornadas y acusó al equipo auditor de ese organismo de haber actuado con dolo y mala fe.

“Son 34.555 actas electorales, todas aquellas a disposición en el sistema que ha habilitado nuevamente el Tribunal Supremo Electoral para que cualquier ciudadano pueda ver su acta y pueda ver los resultados. No encuentro una sola hoja (en el informe) de la OEA que nos diga si han analizado las 34.555 actas electorales, su redacción llega a 226, ni siquiera una muestra, algo ridículo para haber estigmatizado de fraude electoral (…) Eso demuestra el dolo, la mala fe con la que se actuó en el país”, aseveró Chávez.

Finalmente, respecto a las críticas que surgieron por parte de la oposición al trabajo de la Procuraduría, Chávez señaló que se invitó y esperó que los mismos participen del proceso de revisión de actas, pero nunca hicieron acto de presencia.

Las elecciones del 2019 fueron anuladas en medio de denuncias de fraude y después de que la OEA publicara un informe preliminar en el que halló “irregularidades” en el proceso electoral.

Las protestas ante tal hecho desembocaron en la renuncia “forzada” del entonces presidente Evo Morales, quien, precisamente, había ganado una nueva reelección en el proceso del 2019.

No obstante, en las últimas horas la Fiscalía ratificó el cierre del caso del presunto fraude electoral amparándose en un estudio español que descartó manipulación en los resultados de tales comicios.