- Brújula Digital - Evo Morales y la zorra - Eduardo Leaño
- Rimaypampa - Hechos de violencia marcan la arremetida minera a las comunidades indígenas y campesinas
- Los Tiempos - Analistas observan que la oposición está dividida, débil y sin proyecto alternativo
- EJU TV - Analista desahucia el proceso de preselección de candidatos para las judiciales
- Correo del Sur - Potosí: 2 ediles se van a los golpes y Llally anuncia su regreso
Medio: El País
Fecha de la publicación: viernes 15 de octubre de 2021
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
No es muy probable que el Gobierno de Luis Arce coordine con
las goleadas con la Verde, pero les salió de cine. En las portadas de hoy habrá
más fotos de la Verde victoriosa que de María Nela Prada, la silenciosa
ministra de la Presidencia, comunicando la retirada de la Ley contra las
Ganancias Ilícitas propuesta por el ejecutivo.
La decisión llega tres días después de un paro cívico muy
ligero y concentrado en Santa Cruz, pero advirtiendo el progresivo rechazo
detectado entre las propias bases del Movimiento Al Socialismo: gremiales,
mineros cooperativistas, pastores evangélicos, cocaleros, transportistas,
empresarios e incluso creativos constructores de cholets como advirtió la
alcaldesa alteña Eva Copa.
Hay analistas que defienden la decisión apelando con
argumentos tan peregrinos como evitar la violencia que en principio nadie había
declarado, o a la “desinformación”, como Susana Bejarano “Retiraron el proyecto
de Ley de ganancias ilícitas debido a la desinformación alrededor de la misma”,
que no deja de ser una curiosa apreciación. Otros más creativos como Carlos
Saavedra hablaron de la necesidad de dialogar, a toro pasado: “Hay una
concepción falo céntrica en la política; si cedo para generar diálogo en algo
soy un derrotado, si me empecino y llego hasta las últimas consecuencias soy
“macho”. Retirar el proyecto de ley de ganancias ilícitas es atinado y
estratégico; debe dejar enseñanzas al Gobierno”.
Nunca va a quedar claro qué reacción esperaba María Nela
Prada, pero la oposición festejó como victoria del paro cívico. Porque al
final, la efectividad de un paro no se mide en la cantidad de gente que se
moviliza, sino en si el Gobierno toma en cuenta el reclamo, o no. Y en este
caso, la Ley ha caído, para goce de aquellos que ocultan sus ingresos sin
necesidad de sociedades offshore.
La oposición celebró como propia la victoria, obviamente.
Luis Fernando Camacho, Gobernador de Santa Cruz y padre espiritual del paro,
aunque inicialmente tenía que darse en el contexto de su declaración en la
Fiscalía, lo resumió así: “El pueblo boliviano movilizado obligó al gobierno de
Luis Arce a retirar de la agenda legislativa otra ley autoritaria del masismo.
Con esa ley, cualquier ciudadano podía ser investigado arbitrariamente y
despojado de sus bienes. Este fue un intento más del masismo por avanzar en su
proyecto de control totalitario, pero la ciudadanía y los sectores populares unidos
en toda Bolivia supieron oponerse con firmeza y derrotar ese intento de
radicalizar más el autoritarismo masista”.
Comunidad Ciudadana también se apresuró a anotarse el tanto:
“Gana Bolivia y pierden los autoritarios, los violadores de DDHH y los que creen
que el pueblo no sabe defenderse. Vienen batallas por la justicia y la
democracia. Ahí estaremos porque unidos lo podemos todo” sentenció Carlos Mesa.
También Eva Copa sumó comentarios: ““Desde #ElAlto saludamos
la decisión gubernamental de retirar el proyecto de Ley contra la Legitimación
de Ganancias Ilícitas. Esta determinación ratifica que toda Ley debe ser
socializada y consensuada con las organizaciones sociales y el pueblo” y
algunos otros de los políticos más temerosos de la propia Ley no tanto pro su
presente como por su pasado.
Un escenario incierto
La cuestión es que el Gobierno del 55 por ciento se ha
mostrado más vulnerable que nunca, y eso que solo en este año ya van varias
recogidas de cable comparables al del gasolinazo o el código penal. Hay un tren
a Arica que no funciona, una Ley del oro que no puede avanzar y ni siquiera se
logró concretar una Ley para que las grandes tecnológicas paguen impuestos en
Bolivia como pagan en cualquier otro lugar del mundo.
“Cae ley contra legitimación de ganancias ilícitas, víctima
de la aguda polarización. Porque la polarización genera en la sociedad un
ambiente de desconfianza, alta susceptibilidad y temor ante cualquier medida”
señala otro experto de la comunicación social como Sergio Lea Plaza, y la sensación
es que esto no ha hecho más que comenzar.
La crisis económica planea sobre Bolivia, que crece menos de
lo que decreció y que no crea empleo en los términos esperados; que verá como
el barril de petróleo sube pero las nominaciones se estancan; que le compran y
venden intereses mineros sin cambiar el paradigma y que, además, tiene un
Gobierno que no puede tomar medidas que toquen el bolsillo de nadie. Ni
siquiera si se ha llenado ilícitamente.
Áñez, en la recta final por el premio Sajarov
El Gobierno tiene que empezar a desplegar una estrategia
comunicacional fuerte, pues está a punto de recibir un sonoro revés: Jeanine
Áñez está entre las finalistas del premio Sajarov que entrega la Unión Europea
entre víctimas políticas y realmente tiene muchas opciones de ganarlo, pues
compite contra Navalny, el látigo ruso de Putin, de cuyas reservas de gas
depende la UE en este invierno y a quien nadie quiere molestar
diplomáticamente, y la candidatura de quedar bien con las mujeres afganas, que
en realidad volvería a mostrar las vergüenzas de Europa en una operación que
todos quieren olvidar. Si algo le puede salvar es que la candidatura de Áñez la
firma la extrema derecha de VOX. En cualquier caso,el asunto ya está sobre la
mesa.