Medio: El Día
Fecha de la publicación: miércoles 04 de julio de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Los jóvenes que han conformado estos nuevos espacios democráticos de participación no tienen problema en llamar las cosas por su nombre y decirles de frente a los jerarcas del gobierno el papel que están ejerciendo al pasar por encima de la constitución y los principios democráticos. Son persistentes, creativos y han conseguido una sintonía con los sentimientos de la población, una virtud que la dirigencia tradicional, los partidos y agrupaciones han perdido debido a la ambigüedad de sus posiciones que siembran dudas sobre la funcionalidad.
El Gobierno no hace más que descalificar a las plataformas, pretende ridiculizarlas y constantemente repite que son unos “cuatro gatos”, pese a que estos nuevos referentes de la política, han dado sobradas muestras de su gran capacidad de convocatoria y de convencimiento, pues no solo fueron las artífices del triunfo del No en el referéndum del 21 de febrero de 2016, sino que han conseguido en los últimos años, reunir las más grandes multitudes en defensa de la democracia.
Lo lamentable es que también en las filas opositoras se han comenzado a escuchar voces críticas hacia esta juventud democrática, pese a que son el resultado precisamente del vacío y la inconsistencia de los que aparentemente claudicaron en la resistencia contra la autocracia y la impostura.
No hay duda que las plataformas no se pueden quedar en la protesta y deben avanzar en la propuesta, en la consolidación de una alternativa de conducción del país, proceso que puede tomar su tiempo, pero que no es imposible de concebir en un contexto de gran necesidad de liderazgo y de motivación por evitar que el país caiga en la dictadura, algo absolutamente lógico cuando el Gobierno rompe las reglas y traiciona los principios del estado de derecho.
Recientemente las plataformas celebraron un congreso en el que sus líderes hablaron sobre la realidad nacional y lanzaron un manifiesto al país. Hubo representantes de todo el país y entre las principales conclusiones, advirtieron sobre el peligro de que se acentúe la división del país, por lo que han pedido a los partidos, no adelantarse en la definición de los candidatos hasta que no se aclare el conflicto por la repostulación del presidente Morales. En ese sentido, han ratificado la voluntad de mantener las movilizaciones ciudadanas en defensa del 21F y le han dado un ultimátum al Órgano Electoral para que se manifieste de forma clara sobre la habilitación del primer mandatario, prohibida por el efecto vinculante del referéndum.
Lo lamentable es que también en las filas opositoras se han comenzado a escuchar voces críticas hacia esta juventud democrática, pese a que son el resultado precisamente del vacío y la inconsistencia de los que aparentemente claudicaron en la resistencia contra la autocracia y la impostura.