- El Deber - Arcismo invita a Dunn a sumarse y asegura que irá al Chapare a difundir su programa
- El Deber - Concluye el plazo de sustitución de candidatos por renuncia; ¿qué pasará con Dunn y NGP?
- UNITEL - Dunn dice que el TSE no interpretó el informe de la Contraloría y que pagó Bs 280.000 para saldar sus deudas
- El Deber - José Luis Terrazas: “No podemos aplicar un shock económico; el país necesita ajustes graduales”
- Abya Yala Digital - TSE: SIREPRE mostrará datos preliminares de elecciones hasta el 85%, sin valor oficial
- El Deber - Branko Marinkovic: “Vamos a liberar la economía, aunque no les guste a muchos”
- Correo del Sur - Evo pide por carta al TSE que le dejen candidatear
- Correo del Sur - La alianza Libertad y Progreso - ADN ya tiene a su precandidato a la Vicepresidencia
- Abya Yala Digital - Andrónico Rodríguez inaugura campaña de Alianza Popular en Cochabamba y llama a la unidad del bloque popular
- Correo del Sur - Se divide binomio de ADN; tiene precandidato a Vice
- Correo del Sur - El TSE inhabilita a Dunn, que anuncia impugnación
- Correo del Sur - El Sirepre movilizará a 8.000 personas
- BRÚJULA DIGITAL - Tres de diez programas electorales tienen ofertas sólidas sobre equidad y derechos
- El Deber - Tahuichi renunciará al secreto bancario y anticipa un juicio por denuncias en su contra
- UNITEL - Libertad y Progreso ADN maneja tres nombres para su candidato a ‘vice’ ante la renuncia de Saravia
- El Deber - Jaime Dunn está fuera de la elección, anuncian réplica y NGP debe sustituirlo hoy
Medio: El Diario
Fecha de la publicación: lunes 11 de octubre de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Hay conductas extrañas en las organizaciones sociales ya
que, al presentar un pliego de peticiones, “esperan al Presidente o a uno de
sus ministros”; no aceptan fácilmente el diálogo porque parecen creer que solo
con una autoridad de mayor rango podrán conseguir más beneficios; pero como no
siempre logran lo pedido, lanzan la amenaza: “de no lograrse lo pedido, habrá
huelgas, marchas y manifestaciones hasta las últimas consecuencias”.
Lo que siempre extraña es que las autoridades no encaran los
problemas planteados y parecen esperar que el tiempo “remedie” el problema y
aceptan reunirse para tratar lo planteado, pero lo hacen sin el esmero y
agilidad necesarios: pasan los días y ante la falta de avance surge la huelga
que todo lo paraliza y se obstruye el tránsito de vehículos, se para la
industria y son adoptadas medidas más radicales. Lo cierto es que no hay concordancia
entre lo que se dice y se hace. Se amenaza y se profiere hasta insultos y lo
planteado adquiere otras dimensiones, porque los peticionarios creen que al no
conseguir ni lo mínimo pueden alcanzar algo más con las amenazas y posiciones
recalcitrantes.
El pueblo, eterna víctima de paros y huelgas, hasta
bloqueos, paga las consecuencias de los descuidos, del dejar hacer y dejar
pasar hasta que “lleguen mejores momentos”. La población vive angustiada porque
no tiene forma de trasladarse a su trabajo o sitios en los que debe cumplir con
alguna función, trámite o gestión y, si logra llegar a la oficina precisa,
ocurre que la huelga también la paralizó; así, los problemas adquieren
dimensiones diversas, cuyas consecuencias, sin ser las últimas, sufre la población
porque pierde tiempo y dinero. Con miras a la tranquilidad ciudadana, es
urgente que las autoridades abran las compuertas del diálogo y la concertación,
convenciendo a la otra parte de que solo así podrá tener buenos resultados; es
necesario, además, que los dirigentes sindicales abandonen posiciones de
soberbia que siempre es negativa y convengan en que es mejor dialogar que
discutir y no tratar de llegar a “las últimas consecuencias”.
Si el gobierno se propone, puede conseguir dialogar,
evitándole al país paros, huelgas y bloqueos y, cuando sean encontrados los
cauces debidos, no dar pautas que impliquen largas esperas que complican todo.
Finalmente, es necesario convenir en que los dialogantes
posean las condiciones morales necesarias, los conocimientos precisos, la
autoridad que sea solvente para no repetir lo acordado. Y partiendo del
principio de que lo convenido es digno de las partes y no implica amenazas de
alguna clase y que lo concertado es fruto del diálogo cordial, respetuoso y
sincero.