Medio: El Diario
Fecha de la publicación: viernes 08 de octubre de 2021
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Judicial
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Hay consenso nacional acerca de que la Justicia viene
dependiendo de la influencia del Ejecutivo desde algún tiempo antes del
gobierno de los 15 años. Desde entonces se ha convertido en acatadora de las
órdenes directas del Ejecutivo y Legislativo. Esa conducta (o inconducta) a
nadie sorprende porque toda la cúpula judicial ha sido designada por el MAS a
través del Legislativo, mientras la votación de la ciudadanía para ratificarlo
fue mayoritariamente adversa a ese sistema de elección.
Este contexto se agrava porque la Justicia dispone prisión preventiva para
la gran mayoría de detenidos. Destaca la detención de Jeanine Añez, de Marco
Antonio Aramayo y de muchos otros. La primera, ex presidenta transitoria y el
segundo, ex director del Fondo Indígena (Fondioc). La detención de Añez bajo
cargos de sedición, conspiración y terrorismo, fue establecida en 6 meses, ya
transcurridos. Se dispuso su detención por cinco meses en otro proceso penal
ordinario. En ninguno de dichos trámites la Comisión de Fiscales encargada
aportó prueba alguna, sin embargo, la prisión continúa indefinidamente. A nivel
de juicio de responsabilidades en el Legislativo pesan contra ella unas cinco
causas, sin plazo de iniciación. A la pregunta de cuánto tiempo más durará la
prisión de ex mandataria, el presidente Arce dijo que lo determinará la Justicia.
El caso Añez es un atentado contra su precaria salud, afectada por anorexia
drástica (pesando solo 50 Kg), crisis nerviosa y otros males. El régimen
carcelario que la somete es inclemente y un instrumento de venganza. Dispone su
aislamiento e incomunicación. Solo tienen acceso sus abogados y algunos
familiares. Últimamente no se conoce los reportes de salud de sus médicos
privados, por impedirlo los custodios. La detenida denuncia que, con la
aplicación de los fármacos de galenas del penal, la dopan, le provocan sueño y
hasta alucinaciones. Hace algún tiempo Áñez, en estado de desesperación,
intentó quitarse la vida mediante cortes venosos, los que el titular de
Gobierno dijo que eran simples rasguños. Este cuadro dramático despertó
inclusive la atención de organismos internacionales, empero el Gobierno se
encierra en el silencio.
Otro caso inaudito es del señor Marco Antonio Aramayo, ex Director
Administrativo del Fondo Indígena (Fondioc). Conlleva más de 200 procesos
judiciales por haber denunciado el desfalco e inexistencia de muchos proyectos
que ese Fondo aprobó sin justificación ni fundamento. Esa proliferación
procesal lo obliga a constituirse en varios departamentos del interior desde el
2011 y años sucesivos, detenido en la cárcel de San Pedro de La Paz. No son los
únicos casos en los que los detenidos sufren por “la injusticia de la
Justicia”, obediente al Gobierno Central.