Un grupo al que todo el mundo vio declarar frente a las cámaras de medios de comunicación amenazando con quemar la casa de la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, no existe para el Ministro de Gobierno.

Los miembros del grupo también se tomaron fotos con prominentes líderes del MAS, pero ni así. Para el ministro, éste es un asunto que no merece su tiempo.

Luego la autoridad dijo que conoció de grupos que amenazan al gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho, pero tampoco mostró interés en identificar y menos en capturar a los responsables.

Al día siguiente cuatro encapuchados aparecieron en un video lanzando las amenazas y posteriormente las ciudades de La Paz y El Alto amanecieron con muñeros colgados con la imagen de Camacho, como los que se usan para advertir a los delincuentes que serán linchados.

No hubo reacción, ni siquiera cuando un grupo de “autoconvocados” afines al MAS asumieron públicamente la responsabilidad por algunos de esos muñecos usados para amenazar a una autoridad. ¿Qué tiene que pasar para que la autoridad tome cartas en el asunto?