El presidente Evo Morales acentuó críticas contra el movimiento ciudadano que rechaza su reelección y arremetió contra la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), tachando a ambos como “derechistas” y objetando sus acciones y cuestionamientos contra el Gobierno.

El sábado, cuando se disponía a volver al país tras su visita al Vaticano, el I Congreso Nacional de Plataformas Ciudadanas lo declaró “dictador” y prometió reforzar las movilizaciones contra su afán de terciar en los comicios de 2019, algo para lo que fue habilitado con un polémico fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), en desconocimiento de los resultados del 21F y de lo que manda la propia Constitución.

Sobre el apelativo de “dictador”, dijo que no corresponde a la realidad y que las organizaciones que pretenden usarlo encubren a minoritarios partidos de derecha que ansían su retorno al poder.

“Nuevamente, defender el 21 de febrero es defender la mentira, es una vergüenza…defender el 21 de febrero es defender a la derecha…seamos responsables, no sólo con la patria, con Bolivia, sino con las futuras generaciones”, afirmó en una extensa conferencia de prensa en Palacio de Gobierno.

En la consulta del 21 de febrero de 2016 (21F) el 51.3% de los bolivianos (2.682.517) rechazaron una reforma constitucional que autorizase una nueva repostulación de Morales. El Gobierno atribuyó el resultado a las mentiras difundidas en el caso Gabriela Zapata, una ex pareja del Presidente.

Los autodenominados colectivos ciudadanos que rechazan la sentencia del TCP y reclaman la aplicación del resultado del 21F se reunieron el fin de semana en Cochabamba.

“Si fuera dictadura no habría reunión de los colectivos ciudadanos. En dictadura no hay oposición, y si hay son confinados y expulsados de Bolivia…eso no existe”, respondió ayer Morales y reiteró que esas organizaciones están conformadas por “políticos disfrazados de ciudadanos, que hablan de Estado de Derecho y lo que extrañan es el Estado de derecha”.

“En Bolivia no hay dictadura, lo que hay son políticos derechistas caraduras”, remachó y dijo que por eso “nos acusan” al Gobierno.

Afirmó que como ahora esos políticos no pueden identificarse con sus siglas de origen (ADN, MNR, MIR), “se disfrazan de colectivos ciudadanos” para desprestigiar a su Gobierno y buscar algún camino para su retorno.

“El tema de fondo es que algunos de la derecha quieren, con cualquier acusación, volver al Gobierno y farreárselo todo lo que tenemos ahora”, afirmó.

Casi en paralelo, representantes de estos colectivos ciudadanos ofrecieron una conferencia de prensa en Santa Cruz de la Sierra para anunciar que iniciarán una marcha en defensa del 21F con destino a La Paz y amenazaron con iniciar un juicio de responsabilidades contra el Jefe de Estado por incumplir el mandato del pueblo en el referéndum.

“Declaramos a Evo Morales Ayma dictador y tendremos diferentes tipos de medidas contundentes contra este régimen”, reza la principal conclusión del congreso del fin de semana.

“El dictador Evo Morales no está habilitado para ser candidato el 2019”, sentenció Cristian Tejada, representante de una de las plataformas reunidas.

Ante el anuncio de nuevas movilizaciones en defensa del 21F, el diputado Edgar Montaño (MAS) las minimizó y aseguró que la última vez que se movilizaron en Santa Cruz fueron “100 gatos” en una caravana por el 21F.

DURO CON LA IGLESIA

En otra parte de su comparecencia ante medios de comunicación, el Jefe de Estado rechazó las denuncias de la CEB sobre un uso político de la imagen del cardenal Toribio Ticona por parte del oficialista MAS.

Aclaró que no conoce al obispo José Fuentes –quien el sábado cuestionó al Gobierno y la utilización de la figura del Cardenal, por querer “ponerlo al servicio de un partido”–, pero opinó que reacciona y piensa como la derecha política.

"Hemos asistido a una manipulación de la figura (del Cardenal), un poco bastante pobre en cuanto al desarrollo intelectual. Han querido ponerlo al servicio de un partido y me parece gravísimo este intento", afirmó Fuentes ese día.

Ante lo que Morales sostuvo que "cuando dice 'un indígena al servicio de un partido', él directa o indirectamente está reconociendo a esa Iglesia como de la derecha, así se entiende, es confeso que la Conferencia Episcopal Boliviana es de la derecha, lamento mucho decir eso", manifestó.

A continuación agregó: "Lo que pienso es que el delito, el pecado del hermano Toribio, ahora cardenal, es ser indio y ser amigo de otro indio, tengo muchos recuerdos (...), mucho respeto, mucha admiración, pero como es indígena todos saltan contra el hermano Ticona, tantas acusaciones".

Dijo que sus enemigos políticos lo que quieren es amedrentar a los que se acercan a él para que nadie sea su amigo. "Si son amigos de Evo van a ser acusados de todo, eso quieren usar algunos, no creo que sea de carácter institucional como la Conferencia Episcopal, lo dudo, porque también conozco a algunos padres, obispos que están con su pueblo", apuntó.

El Presidente sobre el nuevo Palacio de Gobierno: Vamos a construir más edificios pese a mezquindad

En respuesta a las reiteradas críticas de opositores a la construcción de la Casa Grande del Pueblo, nueva sede del Gobierno, el presidente Evo Morales desafió ayer que su administración seguirá construyendo más edificios estatales para que Bolivia deje de ser un Estado “inquilino” y alentará la compra de otros en el exterior.

Recordó que, sólo en La Paz, el Gobierno eroga $us 20 millones por concepto de arrendamientos y explicó que “con dos años del costo de alquileres la Casa del Pueblo está construida”.

“Quiero decirles, vamos a seguir construyendo más edificios para la buena administración del Estado desde La Paz y La Paz merece también modernidad”, desafió Morales en una conferencia de prensa en la que criticó la “mezquindad de algunas personas de la derecha” que criticaron su edificación y cuestionaron el “despilfarro” de dinero estatal.

En ese marco, anunció que dos o tres ministerios ocuparán la nueva casa de gobierno que demandó una inversión superior a los Bs 240 millones para, de esa manera, bajar los costos del pago de alquileres.

Precisó que esa iniciativa se aplicará “no sólo en La Paz, sino también en otros departamentos y estamos comprando también embajadas en otros países”. Explicó, por ejemplo, que con los pagos de alquiler que se hacen de embajadas se hubieran comprado hace mucho “buenas sedes”.

Al ser consultado por las críticas a los supuestos lujos que tendrá la Casa Grande del Pueblo, Morales replicó comparándola con los artilugios que tiene la Residencia Presidencial de San Jorge, La Paz.

“En la residencia había habido dos saunas, uno de vapor otro de seco, yo no conozco qué será de vapor, qué es seco. Hay jacuzzi, hasta ahora no he usado nada, no conozco de eso. Hay su parrillero. He escuchado protestar del gimnasio, (la residencia) tiene su gimnasio aunque mal equipado. Protestas del helipuerto (la residencia) tiene su helipuerto”, afirmó.

En torno a los servicios de sauna, gimnasio, jacuzzi y helipuerto que tendrá su despacho en el nuevo edificio, cree que las críticas surgen por su condición de “indio” a quien hay que desgastar.