La población aún mantiene el temor hacia posibles represalias del Gobierno e incluso a que los dirigentes sean privados de libertad, a decir de los comunarios, quienes señalaron que las autoridades prefirieron socapar las irregularidades en la adjudicación y ejecución de proyectos y de esa manera, brindar apoyo político a Ramos.

“Estamos con miedo y con rabia”, afirmó el presidente del Comité Cívico, Javier Quisbert, a la Agencia de Noticias Fides (ANF) al resumir el sentimiento de muchos pobladores, que no han superado sus críticas contra el MAS y el Gobierno desde los problemas suscitados el año pasado.

PACTO DE UNIDAD

“Es doloroso lo que pasa (aquí)”, reforzó el ejecutivo cantonal, Freddy Tallacagua, quien viste el característico poncho rojo y su bastón de mando. Cuenta que para unificar a las organizaciones han formado una especie de “pacto de unidad”.

La población achacacheña prescindió de su alcalde que no ha vuelto a pisar el poblado y peor aún las oficinas del Gobierno Autónomo Municipal, que por el momento se encuentran abandonadas por falta de autoridades.

La Alcaldía está cerrada, varias ventanas tienen vidrios rotos, desde uno de ellos se puede ver el interior de una oficina que solo confirma que -desde hace mucho- nadie ha ingresado a ese edificio. Un manto de polvo cubre los dos escritorios, una computadora y los estantes donde están apilados documentos.

Nadie sabe explicar desde dónde gobierna el Alcalde, unos dicen que siempre gobernó desde La Paz, El Alto y ahora se habría instalado en Warisata, distante a 15 minutos de camino hacia Sorata. Tampoco saben lo que hacen los concejales. (ANF)