Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 19 de agosto de 2021
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
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Los expertos
Magdalena Correa y Marlon Weichert, habían llegado a Potosí para entregar el
informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) a la
sociedad potosina. Inicialmente hubo una introducción del experto brasileño
quien relató las circunstancias en las que se acordó el tipo de trabajo del
grupo. Pero los problemas empezaron cuando les dieron la palabra a los
asistentes para las preguntas; en ese momento aparecieron las víctimas
de uno y otro lado que desataron los conflictos.
La primera pregunta, según los videos de los medios de comunicación en Potosí, estuvo a cargo de una de las víctimas de Vila Vila, quien pidió saber cómo repararía el Estado el daño que había sufrido en el ataque del 8 de noviembre de 2019. Apenas expuso su reclamo, empezaron los gritos desde el otro lado del salón del Obispado de Potosí, donde se había organizado el evento.
“Fachos”, “golpistas” decían unos, “masistas”, “Evo a la cárcel”, respondían otros; al final los gritos de uno y otro grupo se mezclaron y obligaron a los expertos a recoger sus materiales. Marlon Weichert intentó calmar los ánimos de los exaltados asistentes, pero vanos fueron sus esfuerzos y optó por regresar a la improvisada testera dentro del salón.
La gente empezó a abandonar el lugar y los que quedaron denunciaron que los que llegaron interrumpieron el acto eran funcionarios de la Gobernación de Potosí y de la Asamblea Departamental, que está en manos del MAS.
La confrontación verbal entre los dos grupos no permitía escuchar sus argumentos y en determinado momento hubo tensión entre los que intercambiaban insultos.
“Quién se rinde, nadie se rinde, Evo de nuevo… empezaron a corear los que quedaban en el salón de la Iglesia en Potosí, mientras se seguía escuchando la respuesta del otro grupo, “justicia, justicia”, que portaban carteles y abandonaron el salón.
Los organizadores habían preparado una salida de emergencia para los expertos a quienes pedían salir por esa puerta, pero Weichert y Correa desestimaron el ofrecimiento y platicaron con el que se acercaba sobre el contenido del informe a su cargo.
De ese modo, el
reporte del GIEI nunca pudo ser presentado en su totalidad porque la
confrontación de los dos grupos impidió concluir esa tarea.