Muchas veces, el tiempo es el mejor aliado para descubrir los hechos que pueden ayudar o dañar la vida de un pueblo, y, en este caso, día que pasa día que se confirma que en noviembre de 2019 se perpetró un golpe de Estado en Bolivia que paralizó la vida democrática de los bolivianos durante casi un año.

Primero fueron siete informes de entidades completamente independiente a la política nacional que destruyeron el cuento del fraude, narrativa apresurada que instauró la madrugada del 10 de noviembre el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Estos siete informes que salieron a la luz desde diciembre de 2019 hasta julio de este año, independiente uno del otro, muestran que el trabajo de la OEA fue mediocre y sin fundamentos claros, pero con una intencionalidad política que a los dos días determinó la autoproclamación de Jeanine Añez como presidenta del Estado Plurinacional.

A estos informes se suma la respuesta del Tribunal Constitucional de Bolivia a la comisión de la Fiscalía Especializada Anticorrupción y Legitimación de Ganancias Ilícitas, Delitos Aduaneros y Tributarios, que manifiesta que esa instancia no emitió ninguna sentencia, declaración o auto constitucional o inconstitucional sobre la sucesión presidencial de la exsenadora Jeanine Añez el 12 de noviembre de 2019, lo que demuestra que ese día se producía el golpe de Estado cívico, policial, militar, hundiendo al país en una etapa oscura y violenta que derivó en las masacres de Senkata y Sacaba.

Con esta respuesta del Tribunal Constitucional se pone punto final al cuento elaborado por la Organización de Estados Americanos, artífice de cuestionar el funcionamiento del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que fue el objeto con el cual se inventó un fraude, cuando no era un conteo oficial de los votos.

A dos días del 196 aniversario de la fundación de Bolivia, los ciudadanos podrán celebrar una vez más este día en democracia y conociendo la verdad de los hechos de noviembre de 2019, donde un grupo de políticos que por muchos años intentaron retornar al poder mediante elecciones decidieron dar el golpe de Estado como ocurría en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado y empezar a desangrar el país y vender sus riquezas a precios de gallina muerta.

Hoy Bolivia poco a poco está volviendo a la normalidad en su crecimiento económico, en su vida cotidiana, y por sobre todo está en busca de la reconciliación con justicia, por lo que las detenciones en todo el país no son políticas, al contrario, el fin es dar con los autores intelectuales y materiales del golpe de Estado, de las masacres en varias regiones del país, además de los personajes que dañaron la economía del Estado.