Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 24 de octubre de 2019
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Página Siete / La Paz
Cuando los datos empezaban a llegar a las pantallas de un país expectante, de repente y sin aviso, dejaron de ser actualizados. Eran las 19:40 del domingo 20 de octubre, día de las elecciones generales en Bolivia. La orden para la suspensión de la transmisión de datos vino del Tribunal Supremo Electoral (TSE), según un alto funcionario de la institución encargada del proceso electoral.
De acuerdo con esa misma fuente, el sistema del Resultados Electorales Preliminares (TREP) operaba el domingo en instalaciones del Servicio de Registro Cívico (Serecí), que estaba conectado con el TSE por fibra óptica. Como los routers estaban en el TSE, la orden fue cortar los dos accesos a internet que el TREP tenía en ese momento.
Según el TSE, el sistema del TREP debía dar datos parciales al 80% a las 20:00, y podía alcanzar el 100% a las 22:00 del mismo domingo, pero el sistema se desactivó por casi 24 horas.
Al principio, pareció un retraso normal, que no generó mayor alarma, pero, al pasar las horas, surgieron las dudas y la bronca.
En la sala de cómputo del TSE, los delegados de los partidos empezaron a perder la calma; uno de ellos se levantó e increpó a los vocales. “Expliquen por qué se paró el conteo de votos, nos dijeron que a las 22:00 estaría al 100% y no avanza”.
Los vocales sólo se miraron, agacharon la cabeza y, sin responder, siguieron con el conteo de votos del exterior, afirmó un testigo del incidente. Hasta ese momento, el TREP había alcanzado el 83,76% de los votos y arrojaba como resultado una segunda vuelta entre los candidatos Evo Morales y Carlos Mesa.
La primera respuesta fue tímida y se hizo esperar unas horas, hasta que Choque salió para decir que la transmisión de los datos del TREP fue suspendida para “evitar confusiones” con el resultado del sistema de cómputo de las departamentales. “No podemos tener funcionando dos resultados a la vez”, indicó.
Las alarmas también se encendieron en los veedores internacionales y embajadores, quienes hicieron conocer su preocupación a los medios antes de la tardía sala plena. Pasadas las 21:00, un tuit de la Misión de Observación Electoral de la OEA sostenía: “(Es) fundamental que el TSE explique por qué se interrumpió la transmisión de resultados preliminares y que la publicación de datos del cómputo se desarrolle de manera fluida”.
Un embajador europeo, quien pidió mantener su nombre en reserva, afirmó que la decisión de no suministrar más información es muy seria y podía generar muchas dificultades en los próximos días, como sucedió, reportó el portal Brújula Digital.
Asimismo, una fuente cercana a la empresa que administró el TREP aseguró que la decisión de detener la transmisión de datos la dio el TSE.
La paralización de la transmisión de los resultados avivó la sospecha de fraude entre los partidarios de Mesa y del resto de la oposición, que vieron el hecho como una cortina detrás de la cual se manipularon los votos.
La noche del lunes, casi 24 horas después de la paralización del TREP, el sistema se actualizó con datos al 95,63%, que daban una ventaja de 10,11 puntos a Morales frente a su contrincante, lo que descartaba la posibilidad de llevar a cabo una segunda vuelta.
Desde ese momento, miles de ciudadanos se volcaron a las calles para pedir el respeto de su voto y denunciar el supuesto fraude en las elecciones.
Las manifestaciones derivaron en cabildos en diferentes ciudades y convocatorias a paros cívicos para exigir el respeto del voto popular y repudio a la “manipulación” de los resultados.
El martes, en medio de la incertidumbre, el vicepresidente del TSE y encargado del área informática, Antonio Costas, renunció con el argumento de que la paralización del TREP fue decidida sin su conocimiento.
“Hasta hoy para mí es una incógnita la razón de por qué se cortó la transmisión”, manifestó Costas, respecto al “apagón” del TREP en las horas más críticas.