Analistas y exvocales coinciden en que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) está en  su situación más crítica,   caracterizada por el desprestigio y la desconfianza que se generó por cómo organizó el  reciente proceso electoral.

 En  opinión de los entrevistados, con sus actuaciones, los  vocales pusieron en “riesgo la continuidad de la democracia”.

“Ellos fueron el órgano indicado para rechazar la inscripción de este binomio. Se negaron a cumplir  y quedaron descartados como autoridades. Sus actos de ahí  en adelante fueron una suma de obediencia al poder ejecutivo”, manifestó el investigador  Róger Cortez.

  El experto indicó que la directiva  actual del TSE viene recorriendo un camino de desgaste, desprestigio y desconfianza, casi comparable con el caso  de los años  90, cuando se destapó  el accionar de la denominada “Banda de los cuatro”.

“El órgano electoral está en un momento de baja, de  caída de prestigio,  de presencia y de credibilidad. El actual tribunal no se queda atrás de la ‘Banda de los cuatro’, ésa que en la elección de 1989, cambió sobre el camino las reglas vigentes y  asignó de manera  irregular votos, una asignación irregular que cambió la composición del Parlamento en 25 escaños”, manifestó Cortez.

  Para la exdirectora del Servicio de Registro Cívico (Serecí) de Santa Cruz Roxana Ybarnegaray, hay una enorme preocupación por los compromisos incumplidos del TSE, como el hecho de que no se haya podido garantizar la transparencia del proceso electoral reciente, tras la interrupción de la transmisión  de los resultados preliminares de la votación.

 “Creo que el tribunal cometió un error fatal al dejar en incertidumbre  a la población, que estuvo esperando los resultados al 90% como se anunció”, indicó.

 Ybarnegaray recordó que hubo un tribunal electoral obligado a renunciar antes de cumplir su mandato, en alusión al órgano compuesto por Wilma Velasco, Wilfredo Ovando, Dina Chuquimia, Fanny Rivas, Ramiro Paredes, Irineo Zuna y Marco Ayala. 

“Es la peor crisis del TSE, pero no hay que olvidar los antecedentes de una anterior corte a ésta, que fue obligada a renunciar antes de cumplir con su mandato, hubo problemas allá, pero hoy hay una situación de polarización tan grande que es muchísimo más delicada la situación del tribunal electoral”, expresó.

El analista Carlos Cordero señaló que este tribunal tuvo: el momento más difícil, las decisiones más controversiales y las reacciones más negativas de la sociedad. Advirtió que el Órgano Electoral puso en riesgo la democracia. 

   “Desde el punto de vista de la ciudadanía este órgano electoral es sumiso, subordinado a los intereses del poder ejecutivo. Esto pone en riesgo la calidad de la democracia, incluso su continuidad. Si la ciudadanía o las Fuerzas Armadas no ven legitimidad en el órgano electoral, fácilmente podrían desconocer la democracia”, señaló.

Cordero indicó que la opinión pública interna e internacional  será clave  en el tema de la segunda vuelta en Bolivia, y “ya está como antecedente el 21F”.