Medio: El País
Fecha de la publicación: jueves 21 de junio de 2018
Categoría: Legislación electoral
Subcategoría: Leyes nacionales y decretos reglamentarios
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En las democracias modernas, existen distintas variantes de elecciones primarias, en este caso concreto, se propone aplicar las denominadas internas cerradas, es decir, procedimientos en los que solo participa la militancia de cada organización política, o de las alianzas electorales habilitadas. La norma tambien plantea que el organismo electoral se encargará de administrar, supervisar y financiar estos procesos cuya realización es obligatoria, y deberán llevarse a cabo cuatro meses antes de la convocatoria a elecciones generales; por último, establece que sus resultados son de cumplimiento obligatorio.
La idea de incorporar las primarias, en general, responde a la necesidad de mejorar la democracia interna pues facilita la participación de la militancia; busca promover la presencia de más de una candidatura generando procesos de formación y renovación interna; motiva el debate ideológico en la medida en que cada candidato presenta teóricamente una visión y propuesta distinta de país, obligando a abrir escenarios de debate. También sirve para visibilizar al partido y los candidatos ante la ciudadanía y de algún modo constituye una pre-campaña; y finalmente, el hecho de diseñar un lugar donde se dirimen las tensiones y controversias, podria evitar los riesgos de fragmentación o división partidaria. Sin embargo, existen innumerables estudios sobre la aplicación de primarias en el mundo que demuestran que estas intenciones no solo no se cumplen, sino que en muchos casos, producen el efecto contrario.
En el caso de Bolivia, la histórica cultura política caudillista en los partidos políticos, nos lleva a dudar sobre la eficacia de este mecanismo; además, no existen en este momento organizaciones donde se pueda percibir pugnas reales entre liderazgos; en general, las tensiones internas en el pasado se resolvieron dividiendo las organizaciones -como las más de tres vertientes del MIR-. Por otra parte, como todos sabemos, las decisiones en las organizaciones políticas están sustentados en practicas informales y en relaciones de intercambio político clientelar o de capitales simbólicos, más que en el cumplimiento de reglas institucionales, o procesos formales como sucedió con las muchas experiencias de elecciones internas realizadas.
Dadas las condiciones del actual mapa político, en el caso del MAS las primarias solo servirán para ratificar el liderazgo exclusivo de Morales; en el caso de las alianzas de opositores si estas llegan a concretarse, podría permitir consensuar un binomio de unidad, que atenuarían la amenazante dispersión del voto opositor. Y aplicar primarias a las otras organizaciones más pequeñas del sistema es un saludo a la bandera.
Lo cierto es que hoy, las organizaciones políticas existentes, atraviesan probablemente por una de sus peores crisis, situación que incluso hace dudar de la necesidad de su existencia. No obstante, lo cierto es que es imposible prescindir de ellas, por tanto es ponderable buscar formas institucionales externas que les permitan, de alguna manera, reinventarse.