Medio: El Deber
Fecha de la publicación: miércoles 05 de mayo de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Municipal
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Lo acontecido ayer en el Concejo Municipal de Santa Cruz de
la Sierra es una muestra de lo que se vendrá en los próximos cinco años.
Después de ocho horas de una accidentada y bochornosa sesión, el legislativo
cuenta con una directiva, pero inéditamente, ésta no cuenta con el cargo de la
vicepresidencia.
La plancha de Unidad Cívica Solidaridad (UCS) compuesta por
Israel Alarcón para la presidencia y Silvana Mucarzel para la secretaría, recibió
el respaldo de los cuatro concejales de UCS, además de los votos de José Quiroz
y Rosario Callejas, ambos del Movimiento al Socialismo (MAS).
Sin embargo, para llegar hasta allí, la sesión se convirtió
en un espectáculo entre los debates intensos de los concejales de oficialismo y
los de oposición, además de las manifestaciones de descontento de los
presentes.
Las barras de los simpatizantes llegaron desde temprano para
apostarse en las dos entradas del edificio legislativo. La banda musical fue el
complemento que acompañó la sesión que se inició a las 11:00 y finalizó al
promediar las 18:30, con dos cuartos intermedios que no apaciguaron los ánimos
de nadie.
El orden del día estaba conformado por tres puntos: la
presentación del informe de la gestión 2015-2021 a cargo del presidente
saliente, Franz Sucre; la elección de la directiva ad hoc y la elección de la
directiva 2021-2022.
Primer traspié
Con la instalación de la sesión, Sucre solicitó que alguno
de los dos concejales decanos (Manuel Saavedra, de Demócratas y José Quiroz,
del MAS) asuma la dirección de la elección de la directiva ad hoc, de acuerdo
al reglamento interno del legislativo.
Ante este planteamiento, algunos concejales solicitaron que
Sucre continúe en el hemiciclo, lo que alargó el debate por más de media hora
hasta que, finalmente, Sucre le pasó la posta a Saavedra para que continúe con
la sesión.
El concejal saliente agradeció y expuso que hoy es un
ciudadano más y se va con la conciencia tranquila de haber cumplido con Santa
Cruz de la Sierra. Pidió olvidarse de los colores y siglas políticas para
trabajar por los vecinos y vecinas de la capital cruceña.
Con esto, ya el escenario daba para predecir lo que
sucedería en las próximas horas, hasta los desentendimientos de novatos, como
señalaba Saavedra, ante el desconocimiento de las normativas que regulan el
funcionamiento del Concejo, pero que se debe a que de los 11 concejales, nueve
se encuentran por primera vez en las arenas movedizas de la política.
Tras discusiones y más discusiones, Saavedra dio los
lineamientos para la elección de la directiva ad hoc. Luego de una votación se
aprobó que los concejales Luis Miguel Fernández, hijo de Jhonny Fernández y
Gabriela Garzón (UCS) encabecen la comisión. Allí se procedió a ingresar en un
cuarto intermedio para la revisión de credenciales de las autoridades.
Se alarga la agonía
Al reinstalar la sesión, Fernández procedió a que se realice
la presentación de planchas por ambas fuerzas mayoritarias (UCS y C-A). Ahí
comenzó el suplicio. Ambos frentes, al interpretar el reglamento interno,
argumentaban ser la mayoría, por lo que le correspondía tener la presidencia y
la secretaría y a las minorías, la vicepresidencia.
El debate se enfrascó. El concejal de C-A, Juan Carlos
Medrano presentó al pleno el informe del Tribunal Electoral Departamental (TED)
en el que señalaba que la fuerza política, en la elección de concejales, había
ganado con más de 36.000 votos.
Esta posición fue refutada una y otra vez por los
legisladores de UCS, argumentando que, de acuerdo al actual reglamento interno
del Concejo, la plancha de la presidencia y vicepresidencia les correspondía a
ellos por haber ganado las elecciones municipales.
“Retire mi nombre”
Entre idas y venidas, finalmente UCS presentó su plancha en
la que incluía al cargo de vicepresidenta a la concejala de C-A, Lola Terrazas,
quien rechazó ocupar dicho espacio.
También C-A presentó la suya con Medrano como presidente y
Terrazas como vicepresidenta.
Finalmente, ante la insistencia de ambas bancadas de ser la
fuerza mayoritaria, C-A pidió su retiro de las planchas.
Tuvo que pasar más de una hora en la que Terrazas insistía
el retiro de su nombre para luego ingresar en un cuarto intermedio de más de
dos horas.
Al regreso, nuevamente el debate se centró en el pedido de
Terrazas de retirar su nombre de la plancha de UCS y el de Medrano de exigir el
retiro de su plancha, al considerar que la elección era ilegal.
“Le pido que retire mi nombre de la plancha. Se me incluyó
en contra de mi voluntad, respeten mis derechos políticos”, era el pedido una y
otra vez de Terrazas.
Saavedra también salió a la defensa de Terrazas y pidió que
la retiren de la directiva, la cual fue sugerida en contra de su voluntad y lo
que se podría haber calificado como un acoso político al hacer participar a una
persona en una elección sin su consentimiento.
La respuesta de Fernández ante los pedidos era automática:
se debía seguir con la elección. No había más respuesta que aquella.
Finalmente, ante la amenaza de presentar una demanda penal
contra los legisladores por incluir a Terrazas en su plancha, Fernández
procedió a volver a foja cero e iniciar nuevamente los pasos con la
presentación de las planchas.
UCS volvió a sugerir los nombres: Alcócer y Mucarzel. C-A no
presentó nada.
Pero Saavedra, ante lo que acontecía, presentó su nombre
para presidir la directiva.
Las horas fueron pasando y el cansancio ya era evidente.
Karina Orihuela, de C-A, tomó la palabra y entre lágrimas
pidió a sus colegas regirse a la normativa vigente y se cumpla lo que la
ciudadanía había decidido a través del voto.
La votación se llevó adelante, ante la insistencia de
Medrano de que se estaba cometiendo una ilegalidad, los cuatro concejales de
UCS votaron por su plancha y los dos del MAS apoyaron al mismo.
Los cuatro legisladores de C-A se negaron a esta elección al
igual que el concejal de Demócratas.
Fernández tomó el juramente de Alcócer y Mucarzel ante el
reclamo de los concejales opositores y el aplauso de la barra de simpatizantes
de UCS, que lograron ingresar al hemiciclo.
¿Y la vicepresidencia?
Con los dos cargos elegidos, Fernández convocó a que sus
colegas sugieran los nombres para ocupar el cargo de la vicepresidencia.
Los legisladores de UCS propusieron, en primera instancia,
cada uno de los nombres de sus colegas de C-A y Demócratas, pero ninguno aceptó
al considerar todo el proceso de elección como ilegal.
“Seguimos dando vueltas. Propongan de una vez los nombres de
sus socios, los concejales José Quiroz y Rosario Callejas, del MAS”, señaló
Saavedra.
Lo hicieron, pero la sorpresa fue grande cuando ambos
rechazaron ser parte de la directiva. En el caso de Quiroz, señaló que se debía
volver a la forma de votar antigua, cuando cada uno de los concejales, en
igualdad de condiciones, podía asumir cualquier cargo de la directiva. Similar
posición sostuvo Saavedra durante toda la sesión.
Ante dicho escenario, Alcócer, que ya estaba fungiendo como
presidente de la directiva, procedió a finalizar la sesión al no haber más
puntos en el orden del día.
¿El resultado? una directiva incompleta al no contar con la
vicepresidencia.
“Esto es algo inédito. Nunca antes en la historia del
Concejo Municipal se ha visto esto”, sostuvo Saavedra al esperar que en la
siguiente sesión se debata la posibilidad de volver al reglamento anterior,
donde se elegía la directiva en un debate entre los 11 concejales.
En un breve contacto con EL DEBER, el abogado y concejal
suplente, Marcelo Vidaurre indicó que C-A utilizará todos los recursos ante la
ley para que se respete la normativa sobre la elección de la directiva.
Así será los cinco años
Estuvo atento a todo lo que aconteció en el Concejo
Municipal de la capital cruceña. El politólogo y abogado constitucionalista,
Paúl Antonio Coca, coincide con Saavedra al etiquetar de “inédita” la elección
y el resultado de la directiva del legislativo.
“Esto es una pequeña muestra de lo que se viene en estos
próximos cinco años, donde habrá un Concejo dividido, una polarización y el
ciudadano estará al medio. Si no se ponen de acuerdo en una directiva, mucho
menos será en las acciones que tienen que pasar por el Concejo a cargo del
alcalde Jhonny Fernández”, indicó Coca.
El analista dijo que si C-A presume que fue ilegal, tiene
dos opciones: realizar una consulta vía administrativa ante el Viceministerio
de Autonomías o presentarla ante el Tribunal Constitucional.