Medio: El Deber
Fecha de la publicación: miércoles 05 de mayo de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Municipal
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La nueva gestión municipal enfrenta un reto enorme y es el
de proponer un nuevo proyecto colectivo para Santa Cruz de la Sierra, un
proyecto que sea viable y compartido por todos.
Santa Cruz sabe de construcción de proyectos colectivos: en
los años ´60 y ´70 construyó su proyecto de la modernidad, que consistía en
salir del secular atraso de cuatro siglos planteándose construir todos los
servicios de una moderna ciudad y al mismo tiempo asimilar los valores de la
vida moderna que se venían construyendo desde la Revolución Francesa, y que
implicaban básicamente fe en el progreso, en la ciencia, en la racionalidad, la
eficiencia y la básica igualdad de todos los ciudadanos frente a la ley.
Este modelo de modernidad se concretó en planes, como el
Plan Techint, y en instituciones propias, como el Comité de Obras Públicas, el
Consejo del Plan Regulador, las cooperativas de servicios públicos y la
Corporación de Desarrollo, todas ellas con la participación de la sociedad
civil junto a sus autoridades.
Para concretar ese modelo de la modernidad, se contó con las
regalías conquistadas, las cuales se invirtieron eficientemente contratando los
necesarios estudios y planes antes de ejecutar las obras. Fue el auge de la
planificación, la ingeniería la arquitectura y la administración. En ese
fermento, las familias cruceñas hicieron esfuerzos enormes por mandar a sus
hijos a profesionalizarse. Fue un proceso social impresionante y muy poco
estudiado.
Le siguió en los años ´90 el municipalismo, desarrollado apoyándose
en el retorno de la democracia y los partidos políticos. Ese ciclo que tiene su
auge en la ley de participación popular lamentablemente, poco a poco, fue
convirtiéndose en mero obrismo; es decir un énfasis en la ejecución de grandes
obras al margen y descuidando a los recursos humanos, es decir aspiraciones y las
necesidades de la población.
El fin del obrismo municipalista y autoritario ha sido
marcado claramente en estas elecciones municipales: mas allá de las obvias
necesidades de infraestructura y edificaciones, los cruceños exigen un gobierno
municipal que tenga una relación distinta con su gente, que lo escuche y esté
mas cerca de sus necesidades, sin elefantes blancos y en un marco de
democracia, participación y búsqueda de la inclusión.
Es en esa temática que Cedure está entregando en estos días
al nuevo gobierno municipal el Plan Estratégico de Desarrollo Urbano
Metropolitano elaborado en los Foros Urbanos realizados y está concebido como
una propuesta de Nuevo Proyecto Colectivo elaborado desde la sociedad civil.
El anterior gobierno municipal, por sus conocidas
limitaciones, no quiso conocerlo, mientras que la nueva administración lo ha
solicitado, manifestando su interés en conocerlo y compatibilizarlo con su
propio programa. Es una señal muy positiva que nos muestra que esta nueva
gestión tiene claro que su tarea es conducir a Santa Cruz de la Sierra hacia un
nuevo proyecto, compartido por todos. Las señales son positivas, y los peligros
en el camino son también de magnitud, pero no dudemos que si tenemos este nuevo
proyecto urbano como carta de navegación, llegaremos a buen puerto.