Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: miércoles 05 de mayo de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Departamental
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
El lunes, las autoridades subnacionales fueron posesionadas en sus respectivas gobernaciones y alcaldías, y el país volvió a pintarse de azul en 240 municipios, en nueve asambleas departamentales y en tres gobernaciones.
Si un tomatazo marcó la jornada en Cochabamba, en Santa Cruz el discurso agresivo y confrontador de Luis Fernando Camacho mostró el camino de relaciones que tendrá la Gobernación de Santa Cruz con el Gobierno central en los próximos cinco años
“Al presidente (Luis) Arce le digo que deje la persecución, que respete las libertades de todos”, fue la frase amenazante del Gobernador del departamento cruceño.
Esta actitud muestra una vez más a una persona soberbia que considera que puede hacer lo que quiere, como ocurrió en noviembre 2019, cuando encabezó el golpe de Estado que derivó en la presidencia de Jeanine Añez, a quien le ordenó poner ministros y gerentes de entidades como BOA, Entel e Impuestos Nacionales.
Camacho, si bien en 2019 tenía acuerdos con la Policía y los militares, en esta oportunidad tuvo la respuesta inmediata del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien le aconsejó ponerse a trabajar en favor de su región.
Otra respuesta llegó desde el Órgano Ejecutivo, mediante el vocero presidencial, quien afirmó que los movimientos sociales, los sectores obreros, campesinos, indígenas, clase media saben defenderse y que están absolutamente alertas y atentos a las palabras de Camacho.
Esta actitud de una autoridad demuestra la división que aún quiere generar en el país, intentando manejar los hilos de un departamento, cuando el Gobierno trabaja intensamente con los sectores productivos para reactivar la economía del país y la región oriental.
El Gobernador de Santa Cruz hace gala de su victoria departamental, que sólo tuvo fortaleza en la capital, prueba de ello es la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las otras provincias, lo que le permite tener 11 asambleístas del pueblo que controlarán la administración de Camacho, además de tener en contra a más de 20 municipios de Santa Cruz.
Parece que Camacho con este tipo de discursos abre el paraguas a los problemas impositivos que tiene y que quiso tapar al poner en la época del gobierno de facto a uno de sus gerentes de su empresa.
Esta actitud desafiante y poco política también muestra a un político desesperado al verse con poca fuerza dentro el departamento en el cual se creía invencible.
Estamos seguros de que pese a estas declaraciones el Gobierno nacional hará lo que corresponde para el desarrollo y el crecimiento constante de una de las regiones importantes de Bolivia.