Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 05 de mayo de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Municipal
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Dos mujeres jóvenes: la alcaldesa Eva Copa (de 34 años) y la presidenta del Concejo Municipal, Iris Flores (de 20), tomaron ayer el mando en la ciudad de El Alto. Ambas iniciaron sus funciones arropadas por las “mujeres valientes de pollera” y por seguidores de las organizaciones sociales que están agrupadas en el llamado “Cuartel general del pueblo alteño”.
La amplia avenida Juan Pablo II fue el escenario de una ceremonia, un ritual indígena y diversos actos que dieron comienzo a la gestión de Copa y los 11 concejales municipales.
Por primera vez en los 36 años de vida de la ciudad de El Alto se realizó esta ceremonia y una concentración masiva, para dar comienzo a una gestión municipal. El acto fue calificado como “histórico” por el concejal municipal Rogelio Maldonado, de Jallalla.
La primera actividad de la intensa jornada comenzó en el Concejo, con la sesión preparatoria de los concejales. Esas autoridades legislativas eligieron como presidenta del Concejo Municipal a Iris Flores, estudiante de ciencias de la educación de la Universidad Pública de El Alto.
“Es un reto del cual me siento capaz de poder asumir y salir airosa”, aseguró Flores.
Después de la sesión, los concejales llegaron cerca al mediodía hasta la extensa avenida, donde los esperaban un amplio escenario, la guardia indígena compuesta por varones y mujeres, los invitados especiales, los yatiris y representantes de distintas religiones, y el intenso sol del altiplano.
En plena avenida y cerca del escenario, ardía una gran pira de maderas acomodadas para la ofrenda a la Madre Tierra.
En medio de oraciones e invocaciones a la Pachamama y a los dioses andinos y al Illimani, los yatiris pedían por el éxito de la gestión de Eva Copa y de todos los concejales. Éstos, sentados en sillas, seguían de cerca el ritual y al llamado de los sacerdotes aymaras, uno a uno, se acercó al fuego para hacer la ofrenda.
Una vez concluido el acto, empezó la ceremonia central. Todos los concejales, al ritmo de una marcha militar, recorrieron el túnel que formó la guardia indígena, que a su paso levantó banderas rojas. En una fila estaban sólo varones con ponchos rojos, chicotes y sombreros oscuros, y al frente de ellos estaban las “mujeres valientes de pollera” , lucían vistosas polleras rojas y mantillas verdes.
Otro grupo de mujeres de pollera se puso como la guardia de Eva Copa. Cada una llevaba en alto un estandarte, con el escudo de El Alto, en un fondo rojo y verde.
Una vez que los concejales se acomodaron en el escenario, fue el turno de Eva Copa, quien fue escoltada en el corto trayecto por las “mujeres valientes de pollera” y por un amauta que lucía una bata blanca, bordada con motivos andinos y en la cabeza portaba una especie de montera, que llevaba la imagen de Inti, el dios sol.
“¡Sí juro!”, se escuchó decir a Copa que lucía una blusa y falda negras, con la voz firme y la mano derecha a la altura del corazón, ante la pregunta de rigor que le hizo la presidenta del Concejo Municipal y la mirada vigilante de miles de alteños.
Acto seguido, Flores le colocó la banda de autoridad y le entregó el bastón de mando, para luego sellar el acto con un abrazo.
Después de la investidura se realizó un minuto de silencio por “los caídos de Senkata, Sacaba y por nuestro hermano Felipe Quispe”.
En su discurso, la flamante alcaldesa manifestó: “Después de un largo avance de un proceso de cambio, surgen contradicciones que no podemos callar, no podemos ser cómplices del desastre por la visión de unos cuantos en desmedro del pueblo”.
“Nuestra lucha no es para defender colores políticos ni a personas, nuestra lucha será hoy, mañana y siempre defender a nuestro pueblo”, agregó.
A la cita asistieron representantes diplomáticos de distintos países, como Perú, Cuba, Ecuador, México y de Europa. También estuvieron presentes el activista francés Alexis Dessard, el periodista John Arandia y el exfutbolista Miguel Ángel Rimba.
Otros invitados especiales de Copa, aunque ella no los mencionó en su discurso, fueron sus excolegas de la Asamblea Legislativa que llegaron de diversos puntos del país para acompañarla.