"Llajtamasis, amigos, muy buenos días. Queridos cochabambinos...", abrió el gobernador Humberto Sánchez, para inmediatamente no ocultar su emoción, al saberse ya como autoridad máxima del departamento.

Dejó que su voz se quebrara, por unos segundos. Retomó el aire, continuó con sus palabras. No usó un guión y reconoció que no contaba con un discurso armado, que su mensaje sería breve.

En primera instancia, agradeció a los 34 asambleístas que fueron elegidos, extendió el agradecimiento a las organizaciones sociales, con especial mención a los de las "tierras bajas", según sus propias palabras.

Su mensaje tuvo un hilo claro: llamar a la unidad de los ciudadanos y los políticos, ya terminada la campaña electoral. "En Cochabamba queremos una ciudad saludable, productiva, potencialmente agrícola-pecuaria, una Cochabamba atractiva en tema turístico y libre de contaminación. Para ello, estamos asumiendo este gran desafío de trabajar de manera conjunta. Nos toca entender el mensaje de la población, que a través de las urnas nos invoca a que nos coloquemos la camiseta de Cochabamba, independientemente  de nuestros colores partidarios. Eso lo dejaremos en casa, a partir de ahora tenemos que agarrarnos de la mano para llevar adelante este proyecto de cambio".

Continuó diciendo que la prioridad es la salud, aunque también lo es la seguridad. "Solo saldremos de esta crisis sanitaria trabajando de manera unida. Va ser nuestra prioridad atender la demanda en salud. No nos deja de preocupar la seguridad. Hoy, a las 8,00 nos reunimos con el Comandante de la Séptima División".