Iván Arias Durán fue posesionado ayer como el Alcalde de la ciudad La Paz, en un acto realizado en el hall del Palacio de Justicia. Además, prestaron juramento los nuevos concejales del municipio paceño.

“Me siento como cuando nació mi primer hijo, sufriendo pero entusiasmado por esta nueva etapa después de 27 años de haber trabajado e iniciado en la participación popular y hoy me graduó de Alcalde. A la ciudadanía le digo que trabajaré mañana, noche y día, no me quedaré en mi escritorio cuando la ciudad necesita que trabajemos a pesar de todos los problemas económicos y los agujeros financieros que hemos encontrado. La Paz va a estar en movimiento. Estoy agradecido con la población”, indicó Arias.

En el acto de posesión, el presidente del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ), Jorge Quino, pidió a las flamantes autoridades realizar un trabajo conjunto, sobre todo ante la situación que atraviesa el país debido al Covid-19.

Recordó que la ciudad de La Paz es cuna de valientes y luchadores y pidió al alcalde y concejales trabajar para cumplir con sus cargos y respetar las leyes. “Esperando una mejor ciudad y volvamos cantar juntos ‘oh linda La Paz'”.

Luego juraron al cargo los 11 concejales de La Paz y al finalizar el evento, Arias se tomó fotografías con su equipo de trabajo, simpatizantes y familia. Al abandonar el salón fue recibido por la población y recorrió las calles del centro de la ciudad.

En las puertas del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, luego de la posesión, al grito de “Negrito, Negro, Negro Alcalde” y batucadas que resonaban con estruendo, decenas de personas con banderas festejaron con el Alcalde de La Paz, Iván Arias.

El burgomaestre 135 en el municipio paceño de la historia republicana, salió del acto de posesión cerca de las 13.00 horas. Saludos y felicitaciones invadieron el ambiente sonoro, al igual que los empujones de su grupo de seguridad y simpatizantes, quienes intentaban acercarse para estrecharle la mano.

El flamante Alcalde se arropó en el cariño de la muchedumbre y en breve tiempo se subió a un vehículo que lo trasladó por las calles del centro paceño. Las batucadas y ritmos conocidos, como Moliendo Café y Negro José, además de estribillos de aliento proliferaron en la ocasión.