Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 03 de mayo de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Departamental
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
No será fácil y ya quedó demostrado en la primera sesión
preparatoria para la transición. Las alianzas que se realicen dentro de la
Asamblea Legislativa Departamental (ALD) será el pilar fundamental para que el
gobernador, Luis Fernando Camacho, cuente con gobernabilidad los próximos cinco
años.
Con solo 11 asambleístas de su agrupación, de los 28 que
conforman la ALD, Camacho no consigue llegar a la mayoría simple (15) que
necesita para gobernar con tranquilidad y más lejos aún está de los dos tercios
(19) que requeriría para aprobar ciertas normas que serán debatidas en las
próximas gestiones en el hemiciclo departamental.
La primera jugada fue a su favor, cuando los legisladores
electos decidieron dar su voto a Zvonko Matkovic para que dirija la asamblea,
situación que se produjo luego de la alianza que la bancada de Creemos sostuvo
con Ybar Antelo (Asip), Roberto Urañavi (asambleísta indígena guarayo) y dos
votos más que se desconocen, pero que se cree podría ser de legisladores del
MAS.
Los pueblos indígenas chiquitano, guarayo, ayoreo, guaraní y
yuracaré-mojeño, que cuentan con un representante cada uno en la ALD, serán
quienes tendrán la llave para que Camacho pueda gobernar sin problemas con la
mayoría simple.
Aunque la bancada indígena se vio dividida en la elección de
la directiva de la asamblea. De los tres presentes (el ayoreo y el chiquitano
aún no cuentan con representante), uno, Roberto Urañavi de los guarayos, se
integró a la bancada de Creemos, mientras que Ramiro Valle, de los guaraníes,
con los del MAS.
En el caso de Wilson Cortez, de los yuracaré-mojeño, estuvo
en medio de ambos bandos, pero finalmente asistió a la elección de la directiva
dando el quórum necesario, aunque su voto fue de abstención.
“La Asamblea refleja la polarización del MAS y el antiMas en
Santa Cruz. Está fielmente representada. Será una gestión de disputa, teniendo
en cuenta una frontera ideológica entre Creemos y el MAS, además de lo que
representa la figura de Camacho como antípoda del MAS”, señaló en su momento el
politólogo, José Orlando Peralta.
El analista considera que la gestión, para determinadas
normas, va a ser conflictiva y dependiendo de la circunstancia, de las
prioridades, exigencias y de los recursos económicos.
Disputas por curules
Existen aún disputas por los curules indígenas de los pueblos
chiquitano, ayoreo y guaraní.
En el caso de los ayoreos, el Tribunal Supremo Electoral
(TSE) ordenó que se vuelva a repetir la elección del asambleísta mediante la
convocatoria realizada por Tari Chiqueno. La misma ya fue realizada y se espera
el informe del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde)
para que pase a Sala Plena del mismo.
Sobre la elección de Aida Melgar, del pueblo chiquitano, se
conoció que, luego del informe del acto eleccionario enviado por el Sifde a
asesoría legal, la asambleísta indígena electa no cumple con los requisitos de
elegibilidad establecidos por las normas y procedimientos propios de este
pueblo, establecidos en el procedimiento de elección y su misma convocatoria.
Éste informe deberá ser enviado a Sala Plena del TED, quien tiene la última
decisión del caso.
Finalmente, sobre el destino de Ramiro Valle, del pueblo
guaraní, el TSE aún debe debatir sobre la apelación a su credencial realizada
por 10 capitanes.