Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: miércoles 28 de abril de 2021
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Autonomía Indígena
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
¿Ima chay? (qué es eso), ¿un pescadito tropical nuevo, oriundo de Lauca Ñ?, ¿una cruza entre tambaquí y trucha del criadero del cocalero?, ¿con qué se debe sazonar ese vertebrado insípido? y ¿cómo se come? Las películas Avatar se han quedado cortas ante semejante despliegue de fantasía del caudillo expulsado. Quiere continuar con su papel de caballo de circo. Le incomoda que su delfín Arce Catacora esté ocupando su trono, y no se resigna a ese suplicio. Repitió hasta el cansancio, que había llegado para quedarse los próximos 500 años. Además de falso paladín de la madre tierra, se creía Matusalén. ¡Bien exagerado el hombre! Al final le faltaron 486 años.
Pero ahora vamos al análisis serio de Runasur. Los indígenas de tierras bajas, sostienen que Evo Morales se vale de esos actos para lavar su imágen desgastada a escala nacional e internacional. Ahora quiere resaltar lo indígena y la madre tierra. Dos temas en los cuales se ha aplazado. Su planteamiento de una América plurinacional para unir a pueblos indígenas y movimientos sociales es otra patraña. En Bolivia hizo todo lo contrario; crear división durante 14 años.
Aquí un trozo de la farsa. "Somos hermanos que venimos de la madre tierra y volvemos a ella. Debemos estar unidos, no solo es una simple defensa ni resistencia, sino como pueblos a la toma del poder, con nuestras formas de vivencia, somos todo lo opuesto a un sistema capitalista e individualista. Runasur será un ente de defensa de soberanía y dignidad de los pueblos ante el acecho capitalista que enraíza el individualismo, en antropocentrismo, el vivir mejor en desmedro de la madre tierra y la vida“. (sic)
Representantes de la nación chiquitana, no se tragan la fábula y sostienen que la teoría expuesta por Morales no encaja con la práctica, porque no incluye a los pueblos indígenas de tierras bajas. Runasur habla de descolonización, pero los aymaras y los quechuas se han dedicado a colonizar las tierras bajas. Hablan del imperio, pero lo que hoy impera en Bolivia, es lo dictatorial, el imperio de la corrupción y del narcotráfico. La ley no impera, porque está sometida al Ejecutivo.
Morales habla de la Madre Tierra, pero no del modelo extractivista y salvaje que fue implementado durante su gobierno. Ese que se reduce a la explotación de materias primas y consiste en sacarle la madre a la tierra. Nadie olvida la represión contra indígenas de tierras bajas en Chaparina, para tratar de imponer la construcción de una carretera por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), una reserva ecológica frágil y rica en biodiversidad. Es imposible no recordar la represión en TariquÍa para obligar a explotar petróleo y sacrificar la Reserva Nacional de Flora y Fauna. Así como es imposible arrancar de la memoria colectiva, el ecocidio de la Chiquitanía.
Su instrumento político, MAS-IPSP, ha sido utilizado como un garrote para desnaturalizar e instrumentalizar naciones originarias. Ha logrado desnaturalizar a los indígenas, cooptando sus organizaciones ancestrales, prostituyendo y corrompiendo a sus dirigentes e imponiendo a sus vasallos. Así es como esos indígenas de tierras altas han sido despellejados de su esencia, hasta convertirse en "movimientos sociales“: una masa obediente de borregos, que ha sido expuesta y utilizada, a gusto y capricho del caudillo fraudulento.
Hoy por hoy, los aymaras y los quechuas, tienen un problema enorme de identidad, porque no son considerados como tales. Son vendidos como interculturales desnaturalizados y han llegado a convertirse en los nuevos colonizadores de las tierras bajas. ¿Entonces de qué descolonización y despatriarcalización se habla? La colonización es interna y la devoción hacia el patriarca es ciega. Por eso el nombre que le pusieron a ese Ministerio de Descolonización y Despatriarcalización suena a fórmula de brujería para elaborar una pócima destinada a fomentar la demagogia.
Runasur, otro termino vago del populismo socialista del siglo XXI que busca distraer la atención y desempolvar al eterno y desgastado chivo expiatorio para justificar su fracaso como modelo. Son vendedores de humo que pretenden descargar la responsabilidad sobre gobiernos neoliberales. Son especialistas en hacerse las víctimas, pero, en el fondo, cuando se trata de explotar a la Madre Tierra, no se diferencian de los imperialistas, y disfrutan de los placeres de ese sistema.
Runasur es un aborto de Unasur que quiere cobrar vida. Esa institución no representa a los pueblos indígenas originarios. Es enemiga de la independencia, de la autonomía y de la autodeterminación. Esa mentada América plurinacional ha sido concebida para aquel rebaño de borregos dispuestos a obedecer a un caudillo. A ese grupo pertenecen los movimientos sociales, las bartolinas, los interculturales, la Cidob, la COB, la Conalcam, y otros grupos que fueron despojados de su identidad y cooptados por el masismo.
El autor es especialista en integración y gestión de conflictos