Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: jueves 08 de abril de 2021
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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El cierre de campaña de la segunda vuelta de elecciones para gobernador en cuatro departamentos coincide con el inminente fin de las vacunas contra la Covid-19, cuya aplicación ya está suspendida en varias regiones porque no hay más dosis. Así, al filo del periodo en que era útil, se agota uno de los recursos más utilizados por el Presidente para hacer proselitismo en favor de los candidatos de su partido.
Esa tarea, hacer propaganda electoral, es la que más estimula la actividad del Jefe de Estado. Lo constatamos el primer día marzo, seis días antes de las elecciones subnacionales, cuando en este mismo espacio señalamos que la discreta imagen pública que mantuvo durante cerca de dos meses, después de su posesión, había cambiado mucho desde principios de enero, de manera simultánea con la dinamización de la campaña electoral.
El dinamismo proselitista del Presidente comenzó con la firma del contrato para la compra de vacunas rusas y continuó de manera sistemática, en todo el país, vinculando el voto por el MAS a la “coordinación” con el Ejecutivo para realizar obras y para vacunar a la población contra la Covid-19. Siempre en actos oficiales.
“Es muy importante que sepan elegir su alcalde y su gobernador, porque tienen que coordinar con el gobierno nacional (…) tenemos que coordinar con el gobierno departamental, con nuestro alcalde, porque hay que desplegar equipos de vacunación pinchando el brazo”, dijo en Oruro a principios de febrero.
Hace 12 días, en una comunidad de Tarija –uno de los cuatro departamentos donde el domingo eligen gobernador, en segunda vuelta–, el Presidente proclamó que “si no hay coordinación (con autoridades municipales y departamentales) no van a llegar las vacunas”, durante la “inauguración” de una unidad educativa que ya había sido entregada antes de las elecciones del 7 de marzo. Y el sábado último, en Pando, sostuvo un discurso similar.
Pero las dosis se terminan, y la anunciada “inmunización masiva” que comenzó hace cinco días está muy lejos de alcanzar su propósito, pues “hay una escasez de vacunas en todo el mundo, porque los países ricos están comprando para sí y están dejando a nuestros países más pobres sin vacunas”, denunció ayer el Presidente contándonos lo que ya se sabía hace meses.
Aunque el 24 de febrero nos aseguraba, mediante tuit, que “En apenas tres meses de gobierno, garantizamos la vacunación gratuita para todas y todos los bolivianos”. Eso era falso entonces, y así sea solo economista y no todólogo, el Presidente tenía que saberlo.
Terminó la campaña electoral y se terminan las vacunas. Es de esperar que ahora, liberado de las obligaciones partidarias, el Gobierno de Arce tendrá el tiempo para lograr, en el tema de las vacunas anticovid, un mejor desempeño que el de Áñez con las pruebas de diagnóstico.