El objetivo del MAS es conquistar 7 de las 9 gobernaciones. Ya se embolsó tres en las elecciones del 7 de marzo. ¿Cuáles son los escenarios en cuatro gobernaciones que quedaron en juego? Según los resultados de la primera vuelta, no está nada dicho. Y, según los últimos movimientos de las fuerzas políticas, todo parece indicar que, en algunos casos, el 11 de marzo será un día casi de infarto.

LA PELEA EN LA PAZ

¿Se trata de la plaza donde el MAS tiene más posibilidades? Ganó la primera vuelta y se quedó a nada de conquistar la Gobernación paceña. Su candidato, Franklin Flores, logró el 39,70% de los votos. Es decir, rosó el 40%, lo que le hubiera dado la victoria. Su principal rival, Santos Quispe (Jallalla), hijo del fallecido Felipe Quispe “El Mallku”, se quedó con el 25,18% del respaldo de los votantes. La diferencia entre el primero y el segundo fue de 14,52 puntos porcentuales.

¿Qué quedó en juego? Principalmente, la bolsa de votos de Rafael Quispe (Somos Pueblo), que obtuvo el 22,44% del apoyo de los electores. El resto no llegó al 5%.

En los últimos días, el Movimiento Tercer Sistema (MTS) y el Partido de Nacional Acción Boliviano (PAN-Bol) sellaron un acuerdo con el MAS.

Santos Quispe, sin embargo, decidió no pactar con nadie. Tampoco con Somos Pueblo, que logró el tercer mayor apoyo de los votantes.

Falta ver si los votantes del tata Quispe, opositor al MAS, y pese a la negativa de Santos de pactar con Somos Pueblo, terminarán apoyando al candidato de Jallalla o si decidirán votar en blanco. Todo indica que la victoria o la derrota del MAS dependerá en gran medida de ello.

LA CARRERA EN TARIJA

El 7 de marzo hubo un empate técnico. Ganó el MAS la primera vuelta, pero casi por nada. Su candidato, Álvaro Ruíz, logró el 38,17% de los votos. Su inmediato perseguidor, Óscar Montes (Unidos), se quedó cerca al conseguir el 38,05%. La diferencia entre ambos fue menos del 1% (0,12%).

Al igual que en La Paz, la bolsa de votos del tercero jugará un rol decisivo. Adrián Oliva (Comunidad de Todos), opositor al MAS, logró el 18,05% de los votos. El resto de los candidatos no pasó del 3%.

En los últimos días, Oliva, gobernador de Tarija, pactó con Montes. Habrá que esperar hasta el 11 de abril para ver si los votos de la autoridad migran a la bolsa de apoyo de Montes o si parte de esos votos terminan en manos de Ruíz, algo que, por ahora, parece impensable.

En los últimos días, la campaña subió de tono y Ruíz acusó a Montes de corrupto y este al MAS de intentar concretar un fraude.

EL PANORAMA EN PANDO

Pasó algo parecido en Pando. Como en Tarija, la diferencia entre el primero y el segundo no fue grande. El MAS ganó la primera vuelta con el 41,08% de los votos. Y el segundo, el Movimiento Tercer Sistema (MTS), se quedó a poco de alcanzar esa cifra al conseguir el 39,07%.

Al igual que en La Paz y Tarija, el tercero también incidirá de manera importante en el balotaje del 11 de abril. Y se trata de una férrea opositora al MAS: Carmen Eva González (CID), que logró el 13,05% del apoyo de los votantes.

¿Quiénes se enfrentan en Pando? Miguel Becerra (MAS) y Regis Richter (MAS). Ambos compitieron por representar al MAS en las elecciones del 7 de marzo. Becerra se quedó con la nominación y Richter no logró el apoyo de Evo Morales, por lo que decidió alejarse del MAS y postular por el MTS, cuyo líder es el gobernador de La Paz, Félix Patzi, que fue ministro de Morales.

La pregunta, en este caso, es ¿a quién irán a favorecer los votos de la opositora González? 

¿EN CHUQUISACA?

La figura es distinta en el departamento. Damián Condori (CST) logró el 45,62% de los votos y Juan Carlos León (MAS), el 39,12%. La diferencia entre el primero y el segundo fue de 5,6 puntos porcentuales.

La bolsa de votos que se disputan suman el 15,26% del total y todos corresponden a fuerzas opositoras (C-A, BSTCH y Unidos), aunque ello no necesariamente significa que esos votos migrarán automáticamente a CST.

Con todo, en las últimas semanas, Condori pactó con todas esas organizaciones políticas.

Análisis

Una de las preguntas que no tiene respuesta por ahora es si las últimas aprehensiones judiciales, entre ellas las de la expresidenta Jeanine Áñez y dos de sus exministros, denunciadas por la oposición como “persecución política” y “venganza” por parte del MAS, que sostiene que en 2019 hubo un “golpe de Estado”, incidirán en los resultados de la segunda vuelta y terminarán perjudicando a los candidatos del oficialismo.

¿Por qué el MAS se arriesgó a ello en plena época electoral? Para la analista María Teresa Zegada, según recogió ANF, ello puede deberse a tres elementos: a las derrotas electorales que sufrió el MAS en ciudades clave; a un intento de desviar la atención pública sobre la gestión, hasta ahora con débiles resultados, de Luis Arce; o a las fracturas y disputas internas del MAS, que se pusieron en evidencia en el último tiempo.

Otra de las dudas, de acuerdo con el analista Pedro Portugal, es hasta qué punto los “disidentes” del MAS, como Damián Condori o Regis Richter, trabajan en un proyecto alternativo al MAS o si sus candidaturas solo buscan disputarle el mando y el protagonismo que les negó su expartido.

Y Santos, en La Paz, y Montes, en Tarija, ¿a dónde apuntan