El intercambio de acusaciones entre la agrupación ciudadana Soberanía y Libertad (SOL.bo) y el partido político Unidad Nacional (UN), y de éste con el Movimiento Demócrata Social (Demócratas) provoca la dispersión de estas organizaciones políticas a un año de las elecciones presidenciales de 2019.

La pasada semana, el líder de SOL.bo, Luis Revilla, aseguró que la oposición no tiene un proyecto político y que una unión de partidos no es la solución para ganarle al MAS en las urnas.

En respuesta, el senador de UN Arturo Murillo lo acusó de “coquetear” con el oficialismo y el jefe nacional de este partido, Samuel Doria Medina sindicó a Revilla de ser afín al MAS.

El vocero de SOL.bo José Luis Bedregal negó esta situación. “Lo digo enfáticamente, no existe ningún coqueteo con el oficialismo, no lo hay”, aseveró.

La asambleísta departamental de SOL.bo, Vilma Magne aseguró que su partido no piensa en alianza con UN y que no existe confianza hacia este partido.

“Ellos sólo están pensando en candidaturas y nosotros no. Estamos enfocados en el fortalecimiento de SOL.bo y por supuesto exigiremos que se respete el 21 de febrero”, agregó la asambleísta  Magne.

Por otro lado, el vicepresidente de Demócratas, Ernesto Suárez, acusó a Doria Medina de financiar a su amigo y exaliado, Carmelo Lens para organizar el Movimiento Ciudadano Tercera Opción.

El diputado de esta organización política Gonzalo Barrientos señaló que pese a que existen buenas relaciones con otros sectores, ya no se piensa en alianzas como antes.