Votamos y elegimos autoridades de gobernaciones y gobiernos municipales. En Cochabamba, el MAS asumirá la administración departamental y Súmate, la de la ciudad capital. Dos tendencias políticas opuestas tendrán que trabajar juntas, en los límites de sus atribuciones y competencias.

No es la primera vez que esta cohabitación, departamental-municipal, de opuestos sucede en la Llajta. La experiencia anterior más próxima es la de las administraciones que terminan sus gestiones –prolongadas por motivo de pandemia– en seis semanas y seis días, luego de cinco años y 11 meses. Casi seis años en los que hubo más “zancadillas” y frustraciones ciudadanas que trabajo conjunto.

Una perspectiva similar parece estar ausente en lo que serán las gestiones que se inauguran el 3 de mayo, pues los electos: gobernador del departamento y alcalde de Cercado manifiestan una voluntad de apertura y de trabajo conjunto reflejadas, también, en las áreas de atención que ambos priorizan.

Ambos manifestaron esas intenciones coincidentes durante sus campañas electorales y las ratificaron luego de saberse triunfadores.

“En nuestra campaña, el mensaje ha sido claro: el proyecto de integración, sin marginaciones, sin menospreciar (…) va a ser importante, el tema de la coordinación. Hemos visto por necesidad que es hora de unirnos como cochabambinos”, asegura Humberto Sánchez, el futuro gobernador de Cochabamba, electo con el 57,4% de votos, en una entrevista con Los Tiempos al fin de la semana pasada.

“Manfred no va a discriminar, yo voy a trabajar para rojos, azules, blancos, morados, para toda Cochabamba, no importa de qué partido sea, de mi parte existe toda la buena voluntad de trabajar con la gente del Gobierno, con la gente del gobierno departamental. Porque eso me interesa, lo único que me interesa es hacer gestión por Cochabamba”, afirmaba hace una semana Reyes Villa, alcalde de Cercado electo con 55,6% de votos, en el programa A media mañana de este diario y Radio Centro.

Ambos coinciden en sus prioridades: la salud, el suministro de agua potable y el impulso al desarrollo local en el marco de un modelo productivo sostenible y respetuoso del medio ambiente. Y ambos tienen el precedente de gestiones ediles satisfactorias patria la población, en más de un mandato.

Es de esperar que esa voluntad común de autoridades electas, y de tendencias políticas opuestas, se cristalice para el beneficio colectivo y sea un ejemplo para todo el país.