Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 07 de marzo de 2021
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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Bolivia va a las urnas para elegir autoridades subnacionales después de seis años. Un total de 2.672 autoridades municipales y regionales serán elegidas hoy por los bolivianos en una nueva fiesta democrática.
Es una elección urgente, pues los períodos de las actuales autoridades han sido excedidos en tiempo y porque se necesita recuperar el ejercicio democrático en los espacios más cercanos al ciudadano: el municipio y la región.
Pero son también unas elecciones difíciles y muy polarizadas, en las que se ha visto el desgaste de vivir más de dos años en campaña política -en realidad el modo electoralista se convirtió en la normalidad durante el gobierno del expresidente Morales- y lo que ella conlleva: demagogia, confrontación, gastos y desmanes.
Los bolivianos, disciplinados en los actos electorales y respetuosos de estos procesos, han asistido a las urnas en dos ocasiones en esta pandemia, y han sufrido en carne propia el hartazgo de los actos masivos, de las caravanas, las ofertas y ofrecimientos de los candidatos, y la guerra sucia. Será un alivio si después de esta última etapa nos dedicamos como país a la gestión y resolución de problemas y dejamos de vender personalidades, siglas, ideologías y promesas.
Pero, volviendo a la elección que hoy nos convoca, decimos que era urgente, pues se aprecian gestiones cansadas, autoridades sin legitimidad en varias ciudades y una necesidad imperiosa de resolver problemas acuciantes en todos los ámbitos.
La pandemia ha expuesto problemas presupuestarios en lo local, carencias estructurales en servicios básicos y una serie de tareas pendientes que van desde el desarrollo económico hasta la generación de empleo.
La lógica de la planificación participativa, que fue uno de los puntales de la Ley de Participación Popular (1993), ha sido distorsionada por una relación prebendal con el Gobierno central, en la que hay autoridades amigas y otras enemigas; autoridades que “coordinan” y “trabajan” eficazmente con el poder central, y las que están en la vereda del frente, y por tanto tienen menos capacidad de ejercer la concurrencia y los acuerdos, ambos necesarios para una saludable democracia.
Esta campaña ha estado marcada por la pugna entre una oposición desarmada por la reciente derrota electoral de noviembre de 2020, y un partido oficialista deseoso de reproducir el triunfo obtenido en dichos comicios. Recordemos que el expresidente Evo Morales volvió al país con la expresa tarea de designar y apuntalar candidatos subnacionales. Tanto él como las actuales autoridades no han ahorrado esfuerzos en hacer campaña por ellos; sin embargo, los pronósticos no les son muy favorables.
La oposición, sin embargo, tampoco puede darse por satisfecha, pues prácticamente ninguno de sus postulantes se encuentra en situación expectante, mientras que han surgido nuevas siglas y nuevos nombres entre los que aspiran a estos cargos. De modo que el mapa de actores que resulte de los comicios de hoy domingo, será un retrato de cómo están los partidos tradicionales y del desgaste de los pocos meses de la presente gestión gubernamental.
Las autoridades locales son las más cercanas a la gente: con ellas se convive y se resuelven los problemas del cotidiano vivir. Por ello, el comportamiento del voto en este tipo de comicios no puede ser medido desde el partido, los caudillos o las consignas.
Por su parte, el Tribunal Supremo Electoral, que ha tenido que librar duras batallas una vez más con el fuego cruzado entre quienes lo acusan de servil al MAS y a la oposición de forma simultánea, ha garantizado la transparencia de esta elección. Además, unos 15.933 militares realizarán el trabajo de custodia de material electoral, mientras que la Policía Boliviana desplegará al menos 25.000 efectivos a nivel nacional para garantizar la seguridad del proceso.
Queda únicamente cumplir con el deber del voto y esperar que los ganadores cumplan impecablemente las funciones para las que están siendo elegidos.