Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: sábado 06 de marzo de 2021
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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El filósofo griego Platón en uno de sus diálogos decía: “Ningún otro arte o ciencia tendrá un derecho mayor o prioritario que la ciencia regia a cuidar de la sociedad humana y gobernar sobre los hombres en general”. O sea, el arte del ejercicio del poder en la administración del Estado: gobierno central, departamental y municipal, es la “ciencia regia” y no es cualquier jueguito de ajedrez ni de cacho.
Es decir, estos tres niveles de gobierno no son la hacienda, ni el patio trasero ni la empresa privada de ninguno de los candidatos, peor aún de los que vayan a ser elegidos, gobernador, alcalde, concejales o asambleístas.
Luego, el filósofo alemán Jürgen Habermas nos lanzaba esta pregunta fundamental y que, quizás, pocas respuestas ha tenido: “¿Cuáles son las condiciones sociales que deben darse para que se pueda llevar a cabo un debate crítico-racional acerca de los asuntos públicos entre personas privadas que tienen la voluntad de hacer que sea la fuerza de los argumentos, y no el poder del status social, lo que determine las decisiones que se habrán de adoptar?”.
Pregunta más actual que nunca, que nos la apropiamos para desmenuzar algunos elementos que nos lanza el pensador: Las condiciones están dadas para que el domingo 7 de marzo, acudamos a las urnas a ejercer el derecho político de elegir, pero que ese voto no debe concluir ese día, sino debe ser permanente en la vigilancia y fiscalización a las próximas autoridades municipales y departamentales. Tarea en la que también el Tribunal Supremo Electoral y los departamentales, tienen un rol fundamental que cumplir.
El debate crítico-racional es lo que menos hubo en el país. Los candidatos no han tenido la responsabilidad ni la valentía de sentarse frente a frente para dialogar y debatir los grandes temas que son parte del desarrollo de cada ciudad y departamento. En La Paz no hubo un solo encuentro entre los candidatos; en Santa Cruz, se generaron varios espacios, aunque limitados a algunos candidatos. En Montero, se organizó uno, pero no asistieron los candidatos que se creen ya ganadores.
Los asuntos públicos son los espacios desde donde se deben hacer gestiones en varios campos y para ello se emplean recursos humanos y económicos, los cuales deben ser administrados de la forma más honesta y eficiente posible. Cada gobierno municipal y cada gobernación es de patrimonio de las poblaciones que viven en esos lugares, no son propiedad del que vaya a ser elegido.
Las personas privadas, pues bien, son aquellas que están en carrera electoral, que en muchos casos han confundido con un concurso de belleza, un desfile de modas, un festival de danzas o un parlante para desparramar insultos y acusaciones. El voto dirá, y el tiempo, si el que sale elegido está capacitado y tiene el carisma suficiente para llevar adelante su municipio o la gobernación respectiva.
Los argumentos y las decisiones van juntos. Pero en este proceso electoral, de lo menos que han sido partícipes los ciudadanos ha sido de propuestas serias, viables, responsables y coherentes con los retos que nos depara el presente y el futuro. Las decisiones están en cada uno de nosotros los votantes.
Desde 1985, el año de la primera elección municipal, que estaba casada con las elecciones para presidente y vicepresidente, y desde 1995, las primeras elecciones para prefectos, vamos asistiendo a las urnas para elegir autoridades subnacionales, y este domingo 7, en definitiva, no será una cita más, sino una jornada histórica, que definirá el camino a seguir en los 342 municipios y en las 9 gobernaciones del país, además de la participación importante de los pueblos indígenas, que elegirán sus escaños departamentales y también, por primera vez, concejalías por usos y costumbres, afianzando así la democracia intercultural.
Pero probablemente hay una tarea pendiente que se debe asumir como una sincera autocrítica y un mirarse hacia adentro, como parte del rol que le tocó desempeñar a la prensa en este proceso electoral, en el cual los candidatos han estado muy tranquilos, seguros y sin muchos sobresaltos, porque se puede percibir una especie de “espiral del silencio”, como llamaba la experta en comunicación política, Elizabeth Noelle, que tiene una sospechosa poderosa, que también ha sido parte de estos meses en el Estado Plurinacional de Bolivia: “Al creer que le están ofreciendo al pueblo lo que éste rechaza, los periodistas y los políticos, minimizan el acceso del público a las cuestiones esenciales”.
Al momento de marcar y depositar tu voto, debes sentir que la democracia fluye y que te exige ser ciudadano de la democracia, para que los 365 días ejerzas tus derechos políticos y no sueltes la mirada a los futuros alcaldes, concejales, asambleístas y gobernadores, quienes no deben robarse un solo centavo ni llevarse una silla para sus dominios privados.
El autor es periodista y licenciado en filosofía