Medio: Opinión
Fecha de la publicación: lunes 01 de marzo de 2021
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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En los cortos periodos que suelen presentarse entre un proceso electoral y otro, los cambios en la conducta de los electores son más que evidentes y se expresan en resultados contundentes primero a favor de un polo y casi inmediatamente después a favor del otro, cuando pareciera natural que en un contexto de polarización la tendencia se mantenga al menos por un lapso. Si se tratara de un hecho aislado no llamaría la atención, pero no es así, esta situación ya se ha presentado varias veces y pareciera que ocurrirá nuevamente.
Para nadie es desconocido que en la última elección el partido de gobierno obtuvo más del 50% de la preferencia electoral y estando las elecciones subnacionales tan próximas, muchos esperan que algo así se repita, lo que al parecer no sucederá, por el contrario, las encuestas marcan otra tendencia; muchas fuerzas opositoras se perfilan victoriosas en buena parte del territorio nacional, quizás en las de mayor peso electoral, con porcentajes categóricos respecto a sus inmediatos competidores. No cabe duda que los liderazgos regionales tienen su propia prevalencia y tampoco desconozco que en este corto tiempo el Gobierno hizo méritos para perder adherentes repitiendo actitudes que el país consideraba superadas, pero me parece que el tema va más allá de la simple afinidad con un candidato o el descontento con otro.
En ese marco, considero que el país no está dividido electoralmente solo en dos extremos polarizados como pareciera, en realidad está dividido en tres fracciones muy cercanas proporcionalmente. Dos de estas fracciones están efectivamente contrapuestas y su comportamiento electoral es firme y consecuente, pero la restante es la que inclina la balanza y la que genera estas significativas variaciones en los resultados. Es un sector de la población muy pragmático e inorgánico, pero que actúa uniformemente. Si esto es así, es bueno tenerlo claro, ya que es ahí donde deben profundizarse los valores democráticos plenos e intentar comprender sus legítimas aspiraciones.