Quedan menos de cuatro semanas para las elecciones municipales y departamentales, ¿usted ya sabe por quién votará para su ciudad o departamento? Si no sabe (las y los expertos aseguran que la mayoría de indecisos definen su voto 48 horas antes de la elección), tal vez esto pueda darle una pista para explorar, comparar y tomar su decisión. 

Hace un par de semanas nos propusimos junto a un equipo de profesionales recabar los programas de gobierno municipales de los partidos y agrupaciones en campaña por las alcaldías de las nueve capitales de departamento y la ciudad de El Alto. 

El  propósito de esta tarea es desde luego académico. Queremos analizar las tendencias en política urbana de estos, analizar las problemáticas identificadas como prioridades y desde luego, comparar la calidad de las propuestas. El resultado será presentado en unos días a través de las redes sociales del Instituto Boliviano de Urbanismo (IBU); sin embargo, quiero compartir con ustedes algunos hallazgos preliminares. 

Primer dato curioso, los tribunales departamentales no tienen actualizada la publicación de los programas, pese a ser un requisito para las candidaturas presentarlo. Eso ya es un obstáculo para el voto responsable, es decir que la ciudadanía que desea votar sobre la base de propuestas y no por la  sonrisa bonita o en contra del bigote antipático, deberá buscar esos programas por sus propios medios.

Segundo dato, que corroborará revisando los programas: muchos candidatos desconocen las obligaciones del cargo que quieren ejercer, es decir no conocen sus competencias, de este modo tenemos candidatos a alcaldías ofreciendo infraestructura en salud que le corresponde a las gobernaciones, haciendo propuestas educativas que le corresponden al ministerio de Educación, etc. 

Tercer dato: ausencia de asesoramiento técnico y desinformación.  En varios casos se confunden conceptos técnicos o se ofrecen servicios que ya existen, lo que denota la poca importancia que los candidatos le dan  a estos instrumentos porque saben o suponen que la ciudadanía no los lee, e incluso hay partidos que presentan  la misma propuesta para varios municipios, solo cambiando el nombre en una especie de plantilla. 

Cuarto dato: demagogia o, por el lado amable,  falta de principio de realidad. Hay programas que ofrecen hacer más cosas de las que sus presupuestos locales les permiten o que simplemente no son viables.