Cambio de ritmo de los pesados. El Gobernador Adrián Oliva decidió agarrar el toro por las astas y pedir un debate a dos con Óscar Montes, el candidato de Unidos al que la “encuesta” de Mori y su propia lo colocan por delante y que ha convocado a los suyos a concentrarse para “ganar en primera vuelta”.

Para hacerlo, necesita disputar el voto generacional autonomista de Adrián Oliva y el voto popular masista sin perder el propio, que confirme avanza la campaña se encuentra más indefinido, pero que puede enojarse si se va demasiado hacia un lado o hacia otro.

La vía rápida para ventilar el asunto es, evidentemente, el debate, pero el candidato de Unidos y sobre todo, su equipo de campaña, no estaba preparado para el inicio de hostilidades. Desaparecido de los medios, el candidato a la Alcaldía de Yacuiba por la agrupación, Juan Carlos Castillo, tuvo que comunicar que había llegado a su ciudad para participar hoy en una suerte de acto casual de comadres que quien sabe cómo calzará en la norma: “Nos estamos preparando para Comadres junto a Óscar nos vamos a recorrer los mercados de Yacuiba a encontrar nuestras cumitas...” Mientras no respondió llamadas, al menos a este medio.

En Unidos no lo ven claro y confían en que el falso Carnaval, pero Carnaval al fin, apacigüe los ánimos y deje el asunto del debate sin abrir. Mejor, dicen, si por el medio hay alguna encuesta positiva de Mori o de otros.

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Las posibilidades de que el asunto del debate se olvide son escasas. Primero porque es lo que la gente quiere ver y las redes son un clamor, segundo porque después de Carnaval será el MAS de Álvaro Ruíz el que traiga también el asunto a colación.

Ruíz, como presidente de la FAM, organizó el único debate de 2020 al que asistieron todos los candidatos y que fue un punto de inflexión para Luis Arce. En él se diferenció y permitió que sus rivales se retrataran. Ruíz confía en un cuadro similar, en el que Oliva y Montes crucen ideas que afiancen la necesidad de “un gobierno amigo”.´

¿A quién le conviene el debate?

Por lo general, los estrategas solo recomiendan participar en un debate cuando el pulso está más o menos igualado, como es el caso de Tarija, y no en el caso de que uno lleve extrema ventaja sobre los demás, en cuyo caso no penaliza la ausencia. Es el caso que se daba con Evo Morales en el pasado, donde sus mayorías seguían siendo amplias, pero que en 2019 le costó apoyos.

En el caso de una pugna igualada, se entiende que el debate le beneficia al que menos pasado o experiencia tiene, y penaliza más al que más tiempo lleva en política o tiene un legado más confuso e interpretable.

El que menos tiene que perder suele ser el retador y e que asistirá fijo, es el caso de Mirtha Arce y Luis Alfaro, que en el caso de que se convoque un debate a cinco solo tendrían margen para ganar, y que reclamarán participación en el caso de que no se dé un cara a cara y sí un debate a tres.

Que el retador sea Oliva deja a Montes con poco margen para “huir”, puesto que su campaña se concentra más en cuestionar la gestión de Oliva que ninguna otra. El Gobernador, por su parte, no le teme a comparar gestiones y administraciones de los años de bonanza y los de la crisis, y mostrar resultados de 15 años de boom del gas y de cinco ingresos mínimos. Sin duda, el debate estará por demás interesante.

Agenda para un debate decisivo

En 2015 el debate de candidatos a la Gobernación tuvo lugar en PlusTLT y se espera repetir en este 2021, aunque no faltarán ofrecimientos, también en El País, para un debate a dos o a tres. En la propuesta de temas tendrá espacio, sobre todo, el asunto de la gestión económica, pero también el desarrollo estatutario, la relación con el Chaco, con el Gobierno Nacional y proyectos específicos que cada candidato plantea llevar adelante.