Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 31 de enero de 2021
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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El Tribunal Supremo Electoral (TSE) denegó esa posibilidad – de momento – y el pulso electoral definitivo ha quedado reducido al mes de febrero en unas condiciones poco propicias por la pandemia. Sin despreciar a nadie, tres frentes son los que aspiran a gobernar con solvencia: El MAS de Álvaro Ruíz, Unidos de Óscar Montes y Todos de Adrián Oliva; dos a ser claves en la segunda vuelta: Mirtha Arce en ISA y Luis Alfaro en MTS; y dos no se sabe muy bien, porque ni plan de comunicación tienen: Wilfredo Barrios en el FPV y Sebastián Delgado en el TPT.
Los estrategas coinciden en que, a pesar de todo, lo grueso de la campaña ya está lanzado y que de lo que se trata es de convencer a unos cuantos indecisos que no forman parte del voto duro de ninguna de las fuerzas y que en el pasado han ido cambiando su voto de acuerdo a lo más interesante en cada momento, para que den el apoyo y conformen las grandes mayorías.
En este contexto y sin diferencias sustanciales en la forma de hacer campaña – todo sonrisas, todo color, todo cambio, etc., - convencer en las preguntas clave será determinante para llevarse el gato al agua.
¿Crisis? ¿Qué crisis?
Todos los partidos hablan de crisis, un concepto muy de estos tiempos de modernidad líquida que describía Bauman y que es clave para colocar un relato de caos y héroes salvadores. La cuestión es qué crisis resulta más creíble o más certera para los planteamientos de los votantes, pues no hay duda de que de vive en un momento de dificultades económicas y sanitarias… ¿quién ha provocado todo esto?
Para Oliva (Todos), la crisis sanitaria es solo un punto más, en este caso exógeno, de la crisis que heredó en 2015 cuando ganó la Gobernación y que tenía un claro responsable: El Movimiento Al Socialismo de Lino Condori y Evo Morales que mal administraron los recursos de la tierra en la época de la bonanza. En la extensión de la época de bonanza que no se supo administrar, Oliva incluye a Montes en la Alcaldía y a Camino al Cambio en la Gobernación, ya que recibieron ingentes cantidades de recursos sin que eso cambiara el esquema de desarrollo.
Para Ruiz (MAS), la crisis de Tarija es responsabilidad de los gobernantes que no han sabido gestionar y se han dedicado a hacer oposición al Gobierno nacional y a tratar de competir haciendo cosas que no les correspondían, como carreteras o infraestructuras. Es por eso – dice – que Tarija está mucho peor que cualquier otro departamento que recibe muchos menos recursos.
Para Montes (Unidos), la crisis la provocó el MAS y la agravó Oliva con sus decisiones para enfrentar la deuda heredada, aunque en su plan de trabajo escrito comparte el criterio. Montes y sus socios consideran que todo iba bien hasta que irrumpió Lino Condori – interino tras la suspensión por corrupción de Mario Cossío, de la que finalmente fue absuelto en primera instancia – y declinan cualquier responsabilidad en la coyuntura.
El dato objetivo indica que el barril de petróleo cotizaba en cien dólares en 2014 y cayó a 27 en 2016, y nunca se recuperó por encima de los 60 – 52,38 el viernes – con su consiguiente impacto en las regalías.
Yo salvador
Como cada vez más se busca un rockstar, las campañas se centran en presentar a los candidatos como “salvadores” dentro de esas crisis que se van definiendo con los diferentes mensajes lanzados por los líderes en campaña.
Ruíz (MAS) lo tiene claro, el salvador es él porque es el único que tiene la capacidad de gestionar adecuadamente con el Presidente del Gobierno y sus Ministros, y garantizar así que los recursos llegan a su destino.
Oliva (Todos) plantea que en condiciones muy adversas, con la Asamblea en contra, los alcaldes y subgobernadores en contra, con un Evo Morales radicalizado, etc., ha logrado sacar adelante la gestión sin huir y sin renunciar a nada concluyendo algunos proyectos muy demorados como los hospitales o la vía al Chaco sin renunciar a los elementos de la autonomía y diferenciación tarijeña, y por eso, el salvador es él.
Montes (Unidos) se presenta como el candidato con la experiencia suficiente para sacar el departamento adelante hablando de un tiempo pasado y feliz, donde se gestionaban cosas con el Gobierno nacional, y habla de una reformulación de la autonomía sin concretar que se ajusta a la medida de cada uno.
Los críticos dicen que Ruíz no tiene agenda de Tarija y se limitará a obedecer; que Oliva está demasiado enfrentado a Arce Catacora como para garantizar un buen trato y que Montes olvida sus juicios, que en 2015 ya renunció por miedo y que su socio Mario Cossío acabó en Paraguay en un clima de alta tensión.
El mito del Gobierno amigo
La oposición al MAS en Tarija ha apelado tanto al “gobierno amigo” para tratar de defenestrar al MAS en la campaña nacional que el efecto boomerang del lema se ha vuelto contra todos ellos de forma feroz. En un contexto de crisis económica y de caída de precios del petróleo, la coordinación con el Gobierno nacional pasa por ser clave, no solo en lo que supone específicamente recibir recursos o resolver asuntos como el pacto Fiscal, sino también en la conflictividad institucional. ¿Qué dispuestos están los tarijeños hoy a volver a la marcha y el bloqueo?
Ruíz plantea que ese tiempo acabó y que es hora de un gobierno amigo en plena sintonía de colores.
Montes plantea que el Gobierno Nacional debe asumir competencias que no ha ejercido, y confía en su capacidad negociadora para convencerlo.
Oliva plantea mantener la línea de exigencia actual, donde ha habido luces y sombras.