Considera que la renuncia es parte los “jueguitos políticos de la oposición que ya no sorprende a la ciudadanía porque la gente asumió una actitud suficientemente madura para dejarse sorprender y hacerse engañar con estas triquiñuelas de los opositores”.

“La derecha y el golpismo representado por Iván Arias, Waldo Albarracín, Luis Larrea, Amilcar Barral y Álvaro Blondel, responde a un mismo bloque. Ese bloque que pretende utilizar las instituciones para beneficiar a las empresas privadas, amigos, parientes y robar recursos de la alcaldía de La Paz”, manifestó.

Sostuvo que no existe tal guerra sucia ni temas de la salud, sino un plan opositor para “hacer lo que hizo Jeanine Añez y su banda, donde Arias y Blondel eran socios del mismo gobierno y ahora se presentan de varios colores y con una desbordante hipocresía”.

Asegura que Arias representa a una candidatura “disfrazada porque adentro está el chaleco amarillo de Luis Revilla y lo que pretenden es la continuidad de Sol.bo para cubrir todos los hechos de corrupción”.

Considera que los candidatos sin opción buscarán refugiarse en la fórmula de Iván Arias quien, según el exconcejal paceño, representa “la corrupción y el gatillo de la gestión Añez”.

Dijo que el MAS y la candidatura de César Dockweiler sabían que todos entrarían dispersos para saber cuál es su musculatura electoral y luego negociar declinaciones a cambio de cuotas de poder.

“¿Usted cree que Albarracín está saliendo gratuitamente? No. De por medio hay otros factores de índole económico y lo propio sucederá con los otros que se bajen porque van a negociar su salida, por tanto, aquí no hay nada de democracia sino intereses personales”, dijo Silva.

Manifestó que el MAS tiene claro lo que necesita La Paz, en cuanto al empleo, salud, seguridad ciudadana, desarrollo e infraestructura que ha sido incorporados al programa “La Paz, Cuidad Humana”, pero, por otro lado, también trabajó en la estrategia que preveía “declinaciones y que podrían continuar en el mes de febrero”.