El acto fue en Uriondo, donde al parecer no rigen las restricciones sobre aglomeraciones, pues allí se presentaron no solo los comunarios y autoridades del municipio, sino también de Cercado, de Padcaya, de Entre Ríos e incluso el Bloque Único de Salud, que venía al caso porque lo que se entregaba era el Centro de Salud de Miscas Caldera.

Arce Catacora no se cortó a la hora del discurso. Después de saludar a todas las autoridades y especialmente a los candidatos: “al futuro Gobernador de Tarija” en referencia a Álvaro Ruíz, “al futuro alcalde de Cercado” en referencia a Rodolfo Meyer, y dejar con las ganas a los aspirantes a la alcaldía de Padcaya y Uriondo, William Guerrero y Guillermo Vega respectivamente, habló de Evo Morales, del golpe de Estado y se dispuso a decir lo que tenía que decir, que para eso había venido: “Nosotros queremos trabajar por el pueblo tarijeño. Necesitamos un gobernador que coordine con el Gobierno nacional, que sienta al pueblo y sus necesidades. Nunca hemos abandonado al pueblo tarijeño”.

El barro

El Presidente no llegó solo hasta Uriondo, sino que vino acompañado de la plana mayor de su gabinete político: la ministra de la Presidencia Marianela Prada y el vocero presidencial Jorge Richter, que prefirió ir a una entrevista en un medio amigo que a la conferencia que había convocado en la Aduana.

El interés de Luis Arce en las elecciones subnacionales es más pragmática que política, pues el que se la juega es Evo Morales, presidente del MAS y padrino de muchos de los candidatos elegidos, entre ellos Álvaro Ruíz. Un mal resultado será “normal” para Arce, porque es lo que ha venido pasando cada vez después de “arrollar” en las nacionales, pero será “crítico” para Evo Morales, a quien se le cuestionarán de nuevo sus interpretaciones y decisiones.

En cualquier caso, el MAS Tarija le dijo al MAS nacional que esta vez era más fácil que nunca ganar la Gobernación porque la oposición se había dividido: Oliva y Paz, por un lado, Montes y Cossío por otro lado, pero la encuesta de CiesMori los puso en tercer lugar con apenas un 16-20% de los votos difícil de creer (en octubre 2019 y 2020 superó el 40%), pero publicado.

La estrategia parece simple, porque tanto Óscar Montes como Adrián Oliva prometen coordinar bien con el Gobierno nacional para lograr destrabar algunos asuntos esenciales del departamento, pero lo cierto es que es Álvaro Ruíz el único que la puede garantizar. El asunto, dicen sus allegados, pasa por demostrar que sí puede imponer su agenda en el nivel nacional y no al revés, algo así como lo que intenta Mario Cronenbold en Santa Cruz y que de momento le está saliendo bien: primero camba, luego masista.

En los viejos manuales políticos, el tercero debe bajar al segundo y el segundo al primero, y en esas vale casi todo, aunque hay variantes, sobre todo cuando no se sabe muy bien quién es primero y quién segundo y cuando bajar a uno resulta más fácil que bajar a otro. La campaña del MAS recién arranca.

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