Los actos protocolares se iniciaron a las 9:00  con una ofrenda a la Pachamama en el atrio de la Casa Grande del Pueblo y se enmarcaron en una ceremonia sencilla, sin desfiles ni bandas y con un número reducido de invitados para evitar la propagación de la Covid-19.

La entonación del Himno Nacional y un minuto de silenció por el fallecimiento del líder indígena Felipe Quispe  El Mallku antecedieron a los cinco mensajes alusivos a la ocasión. 

La ministra de la Presidencia, Marianela Prada; la secretaria ejecutiva de la Federación Bartolina Sisa, Segundina Flores; el secretario ejecutivo de la Central Obrera Bolivian (COB), Juan Carlos Huarachi,  el vicepresidente  David Choquehuanca y el presidente Luis Arce hicieron uso de la palabra.  

El primer mandatario del Estado comenzó su discurso hablando de la lucha de los pueblos indígenas, originarios y campesinos contra el racismo y  la exclusión política y económica hasta el día en que se instaló la histórica Asamblea Constituyente en 2006.  Recordó que  tras ello se fundó el Estado Plurinacional con la promulgación del nuevo texto constitucional en 2009, que fija como día conmemorativo cada 22 de enero. 

A partir de  los nueve minutos de su alocución, Arce dedicó su discurso a negar que hubiera habido fraude electoral el 20 de octubre de 2019 y  responsabilizar al gobierno transitorio de Jeanine Añez por las cifras negativas en la economía y la falta de acciones oportunas para enfrentar   la pandemia de coronavirus, que ahora -en su segunda ola- bordea los 40.000 contagios activos. 

El jefe de Estado, que lleva poco más de 75 días en el poder, manifestó  que en octubre de 2019 se instaló una narrativa de fraude para generar indignación en sectores sociales urbanos. “Hablaron de un fraude electoral monumental con el acompañamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA) que nunca pudieron probar”, dijo. 

Al menos tres informes, además del de la OEA, sustentan que se produjeron irregularidades graves en los comicios del 2019: el informe de la auditoría informática que realizó Ethical Hacking, el informe de la Misión Técnica de Expertas Electorales de diciembre de 2019 de la Unión Europea (UE) y una investigación  de la Procuraduría General del Estado (PGE), en la gestión de José María Cabrera.

Arce reiteró que en el país se produjo un “golpe de Estado” en complicidad con sectores insubordinados de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas que, sostuvo, “forzaron a la renuncia de las autoridades para instaurar un régimen no constitucional sustentado en el temor del uso de la fuerza”.

“El resultado de aquellas penosas jornadas fue el quiebre constitucional y la consumación de un golpe de Estado. Con el gobierno de facto en el poder siguió una larga noche de persecución a dirigentes y líderes sociales, sindicales, políticos (...). El 10 de noviembre de 2019 se produjo la interrupción de 37 años de democracia continua, provocando una ruptura constitucional”, manifestó el jefe de Estado .

La primera autoridad del país señaló que entonces la segunda vicepresidenta de la Cámara Alta, Jeanine Añez, se “autoproclamó” presidenta del Senado y después presidenta del Estado. 

“Por primera vez desde la recuperación de la democracia un militar en traje de campaña coloca la banda presidencial a una autoproclamada autoridad”, señaló Arce este 22 de enero.

La sucesión de Jeanine Añez como presidenta del Estado se dio luego de dos días de ausencia de un mandatario tras la renuncia de Evo Morales, el 12 de noviembre. Añez fue reconocida por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que dio su respaldo legal a en el marco de la Sentencia Constitucional 0003/01 del 31 de julio de 2001.

Arce afirmó ayer que el gobierno de Añez intentó extinguir la democracia intercultural y que buscó eliminar los símbolos del Estado Plurinacional, como la wiphala. Aseguró  que se intentó reponer el “viejo modelo económico neoliberal”, cuyos “resultados fueron desastrozos” para la pasada gestión.

El mandatario aseveró que el orden constitucional se restableció con su victoria en la urnas el 18 de octubre de 2020. Reiteró que el gobierno de transición se caracterizó por la sistemática persecución, procesamientos, enjuiciamientos, detenciones ilegales y supresiones de las garantías y libertades elementales del ser humano.

“Gracias a la conciencia, unidad y lucha del pueblo boliviano, el 18 de octubre de 2020, luego de todos los intentos de prorroguismo del ‘gobierno de facto’, se realizaron las elecciones generales y con el resultado contundente de las urnas se restableció el orden democrático constitucional”, expresó.

A medio discurso recordó a los líderes fallecidos recientemente: Silvia Lazarte, Orlando Gutiérrez, Osvaldo  Chato  Peredo y Felipe Quispe Huanca  El Mallku  y llamó a exclamar “honor y gloria” para ellos y para las organizaciones sociales.

“Todos ellos son fuerza, luz y semilla en nuestro camino. Pasaron 75 días desde que asumimos el gobierno con la misión de reconstruir nuestra patria. 75 días en los que la lucha del pueblo boliviano es lo que nos da, siempre, fuerzas en medio de las enormes dificultades que estamos atravesados y de los intentos de desestabilización por parte de grupos antidemocráticos”, expresó.

Arce remarcó que  devolver la dignidad y libertad al pueblo boliviano significa trabajar para sanar las profundas heridas causadas por las “masacres de Senkata, Sacaba y El Pedregal”.

 “El proceso de reconciliación y reencuentro entre bolivianos no pasa por la venganza, sino por justicia”, dijo y recordó que se suscribió un protocolo para que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) investigue los sucesos de 2019.

El Presidente indicó que su gobierno tiene la tarea de enfrentar la segunda ola de coronavirus y afirmó que la gestión de Añez “abandonó a su suerte” al pueblo boliviano. Lo acusó a predecesora  de  falta de voluntad para adquirir pruebas  de Covid-19 y la responsabilizó de no gestionar la adquisición de la vacuna oportunamente.  
 

Según Arce, la económica fue en picada desde la gestión pasada
“La situación en la que nos dejaron la economía es crítica”

El presidente Luis Arce manifestó ayer en su discurso por la conmemoración del Día del Estado Plurinacional que la situación en la que el gobierno de Jeanine Añez dejó la economía es crítica y afirmó que eso no solamente es resultado de la pandemia de coronavirus, sino de decisiones erróneas y falta de políticas desde noviembre de 2019.

“La situación en la que nos dejaron nuestra economía es crítica y el pueblo boliviano debe saberlo. No será fácil superar esta crisis”, expresó Arce.

   El mandatario señaló que en el segundo trimestre del 2020, Bolivia registra un decrecimiento de más del 11% de la economía del producto interno bruto (PIB) y dijo que eso es algo que no se había registrado desde 1953,  cuando la cifra alcanzó el 9,5%.

 Asimismo, indicó que en octubre de 2020 se registró una caída general del 9% del índice de cantidad de consumo de servicios básicos. “Cayó el consumo de electricidad, de agua potable y gas licuado en nuestro país”, sostuvo Arce.

El jefe de Estado dijo que la inscripción de empresas entre enero y octubre del 2019 fue de 16.011 y que a octubre de 2020 cayó en 26%. 

Entre la cifras negras,  también señaló las exportaciones cayeron en 27% y las importaciones 30%, y remarcó que  la inversión pública ejecutada se contrajo en 66%. “De 3.272 millones de 2019 cayeron a sólo 1.107 millones en 2020”, sostuvo.

Sobre la tasa de desempleo abierto urbano dijo que la cifra se duplicó de 4,8 a casi 9%.

Asimismo, señaló que la deuda interna del Tesoro General de la Nación (TGN) pasó de 5.950 millones de dólares en octubre de 2019 a 9.457 millones en un período similar en 2020. Indicó que la deuda externa  subió de 10.998 millones de dólares en octubre de 2019 a 11.739 millones de dólares en octubre de 2020.

Para finalizar con los datos negativos, Arce indicó que el déficit fiscal subió de 5,2 millones el PIB en octubre del 2019 a 12% PIB en 2020 y que las reservas internacionales del Banco Central descendieron de 6.830 millones de dólares en octubre de 2019 a 5.578 millones en similar periodo de 2020.

“Estos son tan sólo algunos de los indicadores que reflejan la profunda crisis económica en la que nos dejó el ‘gobierno de facto’. Aumentó la incertidumbre en la economía boliviana, el desempleo, la pobreza y el hambre”, manifestó.

 Resaltó como positivo que en sus 75 días de gestión se pagó el b ono contra el hambre a 3,5 millones de bolivianos, se incrementó la renta mensual para más de 216 mil jubilados, se logró un diferimiento favorable a los prestatarios y se constituyeron dos fideicomisos para la reactivación por un monto de más de 911 millones de bolivianos.

Destacó también el reintegro del 5% del valor del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el cobro del tributo para grandes fortunas  a quienes poseen un patrimonio superior a los 30 millones de bolivianos.

 Antes de finalizar su discurso, Arce  recalcó que la situación caótica también se debe a la paralización de empresas y proyectos considerados estratégicos, por lo que se género “millonarias pérdidas” y señaló que es el caso de la planta de úrea.

 “Hemos encontrado a nuestra principal empresa YPFB en una situación francamente caótica, con serios problemas en el suministro de líquidos y en la producción de crudo y condensados”, concluyó.