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Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 10 de enero de 2021
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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Yolanda Mamani Cayo / La Paz
Una revisión de las listas de candidatos para niveles ejecutivos da cuenta de que están plagadas de tránsfugas, postulantes que cambiaron de sigla partidaria. Casi 20 aspirantes se pusieron otra “camiseta partidaria”, según el recuento realizado.
La tendencia observada es que ese fenómeno se dio principalmente en el bando opositor, pero el partido azul no escapó de sufrir disidencias (más detalles: ver infografía)
Uno de los cambios que más llamó la atención fue el de Eva Copa, expresidenta del Senado, quien el 28 de diciembre de 2020, con lágrimas en los ojos dejó las filas del Movimiento Al Socialismo (MAS), se quitó el chaleco azul y se puso el de Jallalla para inscribirse como su candidata por el municipio de El Alto. El partido azul desechó su candidatura y prefirió la de Zacarías Maquera.
Días después, el MAS, en un ampliado regional de El Alto, decidió expulsar a Copa de las filas azules. La candidata en entrevista con Página Siete dijo que ella se sentía traicionada por el partido por el que dio la cara cuando nadie más se atrevía a hacerlo. “Yo no me he ido del MAS, a mí me alejaron. Yo no he traicionado al MAS, el MAS me ha traicionado a mí”, afirmó.
Felipe Quispe, El Mallku, en 2014 postuló a la Gobernación de La Paz con el Movimiento Por la Soberanía (MPS), ahora intenta nuevamente llegar a la Gobernación con Jallalla.
En La Paz también se detectan otros casos como el del exlegislador Amilcar Barral, quien en la gestión legislativa pasada llegó al Parlamento como diputado suplente de Unidad Nacional (UN), frente que en pacto con Demócratas formó la alianza Unidad Demócrata. Ahora es candidato al municipio paceño por el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol).
En un escenario similar está Peter Maldonado, exdiputado de Unidad Nacional y uno de los fundadores de ese partido, quien fue parlamentario en la gestión 2005-2009 en representación de esa sigla. En los últimos años estuvo ausente de la vida política y retornó esta gestión como candidato al municipio de La Paz con Unidad Cívica Solidaridad (UCS).
Entre los expresidenciables y exvicepresidenciables que también entraron al ruedo subnacional están el excandidato Chi Hyun Chung, quien postuló a la presidencia en las elecciones de octubre de 2020 con el Frente Para la Victoria (FPV), y ahora aspira a la Gobernación de Santa Cruz con el frente Alianza Solidaria Popular (ASP).
También está en carrera Jeanine Añez quien fue Presidenta del Estado en el periodo de transición gubernamental entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020. Fue candidata a la presidencia por Juntos (alianza entre Demócratas y otras fuerzas políticas), pero declinó de su postulación.
Añez, que fue senadora del Movimiento Demócrata Social (MDS), renunció en diciembre a ese frente y ahora postula a la Gobernación de Beni con Ahora.
Marco Pumari, el excívico potosino que se lanzó a la arena política en las elecciones nacionales del año pasado junto con Fernando Camacho, con quien conformó el binomio de Creemos, ahora vuelca la mirada a su región y aspira ser su gobernador con Pan-Bol.
Edilberto Chambi, quien postulaba a ser candidato a la Gobernación potosina por el MAS, después de que Evo Morales descartó su nombre, se alejó del oficialismo y ahora postula con Alianza Social (AS), agrupación de René Joaquino.
Otro caso similar se vio en Pando, donde la mayoría de las organizaciones sociales afines al MAS eligieron como candidato a la Gobernación a Regis Germán Richter. Sin embargo, la cúpula azul eligió a Miguel Chiquitín Becerra como el postulante de esa fuerza para esa plaza electoral. Richter se alejó del oficialismo y se inscribió como candidato con el Movimiento Tercer Sistema (MTS).
Entre las “conquistas” del MAS en Tarija está el alcalde de Uriondo y presidente de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia, Álvaro Ruiz, quien llegó a estar al frente de su municipio con Camino al Cambio. Ahora es candidato a la Gobernación tarijeña por el partido azul.
Ruiz se destacó en los últimos meses porque fue uno de los organizadores del retorno del expresidente Evo Morales del exilio. Fue a recoger a Morales hasta la frontera, manejó el auto que lo llevó al Chapare y se ganó su simpatía, pero no logró conquistar a todos los sectores sociales del MAS en Tarija, donde se registra descontentos por su nominación.
Entre los exparlamentarios que cambiaron de sigla están la exsenadora de Unidad Demócrata (UD) Carmen Eva Gonzáles, fuerte opositora al régimen del MAS. Ahora postula a la Gobernación de Pando con la alianza conformada con Comunidad Ciudadana y otras agrupaciones regionales bajo el nombre de Comunidad de Integración Democrática.
En Chuquisaca, otro exlegislador opositor se lanza a la carrera electoral y cambia el color de su camiseta partidaria. Se trata del exdiputado Horacio Poope, quien fue legislador por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y ahora postula a la Gobernación de ese departamento con República 2025.
En Santa Cruz, Enrique Bruno, exfuncionario de la Gobernación y parte de las filas de Demócratas, renunció a ese partido y se acercó a Creemos, pero después de unos meses también se alejó de Fernando Camacho. Ahora postula a la Alcaldía cruceña con el frente Seguridad, Orden y Libertad (SOL).
Estas mudas de colores políticos llaman la atención de los expertos en análisis. Página Siete consultó con la socióloga Sonia Montaño y con el politólogo Marcelo Silva y ambos ven a los partidos de la oposición sin norte ni estructura en una suerte de crisis institucional.
En estos cambios, Silva identifica tres tipos: los políticos que, sin tener una militancia política concreta, aprovechan cualquier color político para seguir vigentes, cita como ejemplo a Chi Hyung Chung.
Otro caso es el de los políticos que siendo militantes de un partido cambian a otro como es el caso de Eva Copa. También menciona a los personajes que forman su propia estructura política y deciden no pertenecer a los partidos tradicionales como es el caso de Rafael Quispe en La Paz o Roberto Fernández en Santa Cruz.
“A excepción del MAS, el resto de los partidos no tienen una estructura sólida y menos una estructura interna que les permita tener candidatos propios y poder presentar alternativas políticas de renovación. Eso ha hecho que sus militantes se desbanden y cometan transfugio. Esto demuestra que hay una pobreza endémica en los partidos políticos”, expresa Silva.
La socióloga Montaño afirma que este escenario muestra la crisis del sistema político en Bolivia, donde el transfugio ha estado presente a lo largo de la historia, pero en esta última época, no sólo en los partidos opositores se ve crisis sino en el propio MAS.
“Hay una subasta de siglas, una falta de coherencia con las normas de los partidos políticos. Las siglas de los partidos antes podían decirnos algo, pero ahora no nos dicen nada. Esta es una agudización extrema de la crisis de los partidos y no se ve ninguna expectativa de un nuevo escenario político que va a seguir siendo volátil y gelatinoso y con falta de principios”, complementa Montaño.