Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 13 de diciembre de 2020
Categoría: Institucional
Subcategoría: Servicio de Registro Cívico (SERECI)
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Hace dos años, la pareja conformada por David Aruquipa y Guido Montaño, que convive desde hace más de una década, pidió al Servicio de Registro Cívico (Serecí) que les reconozcan su unión. Aduciendo que ese derecho sólo lo pueden tener las personas heterosexuales, el pedido fue rechazado. Fue entonces que Aruquipa y Montaño, con el apoyo de Derechos en Acción y otras entidades, empezaron su lucha judicial para que se les concediera esa atribución.
Hace cinco meses, la Sala Constitucional Segunda del Tribunal de Justicia de La Paz anuló la resolución administrativa del Serecí de 2019 (que negaba el derecho de Aruquipa y Montaño). Los dos vocales de la Sala Constitucional Segunda determinaron que esa resolución afectaba los derechos humanos de los interesados y ordenaron a esa entidad emitir una nueva en el marco del control de convencionalidad y utilizando como referencia la Convención Americana y la opinión consultiva 24/2017 de la Corte IDH.
Pese a que la Sala Constitucional dio plazo al Serecí hasta fines de julio para rehacer su resolución, esta entidad no acató la orden y, más bien, realizó una consulta al Tribunal Constitucional, con evidentes fines dilatorios.
El Serecí, con sus anquilosados funcionarios, no aceptaba que los homosexuales tienen los mismos derechos que los heterosexuales. Pero tras nuevas apelaciones, finalmente esa entidad registró la unión civil de los dos peticionarios.
Este es un éxito para los derechos humanos en el país, que deben incorporar en su conceptualización precisamente los derechos de los homosexuales. Si bien la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo todavía es remota en el país debido a limitaciones constitucionales, este paso es importante. La siguiente fase de este proceso es hacer que se siente precedente y que otras parejas del mismo sexo en el país obtengan esa misma posibilidad. Se entiende que el Serecí dará fin a su política obstruccionista al respecto.
Los derechos de las personas deben entenderse independientemente de sus ideas religiosas, de su origen social, de su etnia, de su género, de su origen nacional y, también, de su orientación sexual. Lo vivido en el país en los últimos días es, por eso, una noticia muy alentadora.