La víctima ayer fue José Quecaña, el ejecutivo regional de Yacuiba y uno de los cuadros masistas genuinos en la región donde el Movimiento Al Socialismo se consolidó absorbiendo a Poder Autonómico Nacional (PAN), que a su vez era el último reducto de los dirigentes del MNR, el MIR, UCS y demás y que tuvo un solo “momento de gloria” en su historia, cuando dio la mayoría al MAS para suspender a Mario Cossío de la Gobernación en 2010.

Entonces, Lorgio Torres, Carlos Brú, Rubén Vaca y el fallecido Jorge Arias cruzaron la vereda definitivamente y juraron al MAS mientras que Wilman Cardozo, que fue quien vio materializada la venganza personal contra Cossío, volvió a las filas del antimasismo a duras penas.

Evo Morales les prestó siempre una atención especial a los nuevos fichajes por encima de Marcial Rengifo, que en 2010 fue ejecutivo por Yacuiba y después cayó en desgracia, y también por encima de José Quecaña, que entonces era un joven asambleísta departamental, cargo al que cayó tras bregar en el comité cívico chaqueño en los duros años de la autonomía siendo todo lo contrario, ya que representaba al colectivo migrante gremial que copaba los mercados.

Con esos antecedentes, acabó ocupando el cargo de Rengifo en la elección de 2015 pese a la desconfianza de los Brú y compañía, y después, paradojas de la vida, se convirtió en el primer ejecutivo de la Autonomía Regional del Gran Chaco. Ahí es nada.

Su gestión ha sido extraordinariamente discreta por motivos obvios: el Chaco tenía tantas deudas o más que el resto del departamento y el único ingreso de los hidrocarburos, que roza mínimos desde 2016, con la diferencia de que como era del MAS no se podía quejar. Sin plata, ha habido algunos escándalos de corrupción de los que, de momento, ha zafado.

Candidatos Hasta el 19 de diciembre se pueden inscribir los candidatos a los diferentes cargos en el TSE

Nunca ha sido del agrado de las élites chaqueñas masistas conversas, pero se convirtió en algo así como una figura imprescindible para darle identidad diferencial en el Chaco, superpoblado de migrantes comerciantes que también han crecido dentro de la reivindicación chaqueña, particularmente del 45%, que Quecaña ha llevado a otro nivel, con éxito interno.

Sin que nadie lo esperara, Quecaña convocó conferencia de prensa para señalar que “nunca le gustó repetir en los cargos” y que “por motivos personales no participará de las próximas elecciones como candidato a nada”. En realidad solo ha ocupado dos cargos y esta era su oportunidad de repetir.

Quecaña sonó como candidato a Vicegobernador de la mano de Álvaro Ruiz y también como una especie de inevitable candidato a la reelección como ejecutivo regional por aquello de no ser precisamente ni de un municipio ni de otro, pero por el momento, ha optado por una jubilación precoz, lo que se interpreta como una derrota precisamente ante el círculo de conversos, y también ante el intento de Marcial Rengifo de recuperar el reconocimiento.

El fin de semana llegará Evo Morales a Yacuiba primero y a Tarija después para acabar de definir los candidatos a los diferentes cargos por parte del MAS. De momento las espadas siguen en todo lo alto.

Los caminos de la oposición

En términos de competencia electoral, como se plantea, asaltar el poder viene a ser tomar rápido y sorpresivamente una posición de ventaja, pero claro, algunos se pusieron susceptibles por aquello del recorrido que cargan.  El bloque de Óscar Montes y Mario Cossío han asestado un primer golpe para hacerse con la posición ventajosa y reclamar para sí el voto útil, pero requiere de cierto razonamiento de fondo que por el momento no se visibiliza.

Tras la presentación del bloque de Montes y Cossío, le tocaba mover ficha a Adrián Oliva, que sin embargo sigue con la campaña por barrios y enfocado en la gestión. Las alianzas con Primero la Gente, el FRI y Comunidad Ciudadana le han restado la posibilidad de presentar la batalla como “antiguos y nuevos”. La estrategia defensiva suele resultar insuficiente, como demostró Carlos Mesa en su recta final en 2020.

Sonia Condori se suma a los candidatos a la alcaldía

La Alcaldía de Cercado es de momento la institución que más pretendientes suma: Johnny Torres y su hermano Gonzalo Torres, Patricia Paputsakis y Alan Echart ya han manifestado sus pretensiones.

Ayer se lanzó como precandidata del MAS Sonia Condori, la joven expresidenta de la Brigada Parlamentaria, que esperará la designación de Evo Morales. El asunto es inédito, pues hasta ahora el problema del MAS había sido encontrar a alguien que realmente confiara en sus posibilidades de ganar. En 2015, por ejemplo, rechazó Sergio Gallardo y la lista de concejales se llenó de candidatos conversos e invitados. El elegido fue Rodrigo Ibáñez, que no alcanzó el 30% y después asumió la dirección del Fondo de Inversión Productiva y Social en Tarija.