Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: viernes 04 de diciembre de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones subnacionales
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Incluso países con una democracia supuestamente estable, como es Estados Unidos se enfrentan ahora a esta duda, ya que los partidarios del presidente Donald Trump, y él mismo, insisten en afirmar que los resultados de las elecciones del mes pasado fueron fraudulentos. Esta afirmación viene, nuevamente sin evidencia que respalde su afirmación. ¿Qué podemos hacer para garantizar que las elecciones no solo se realicen de manera justa, sino de manera que nadie pueda impugnarlas? Quizás “blockchain” (cadena de bloques) sea la respuesta.
“Blockchain” generalmente se asocia con el bitcóin y otras criptomonedas, pero estas son solo la punta del iceberg. Y es que esta tecnología, que tiene sus orígenes en 1991, cuando Stuart Haber y W. Scott Stornetta describieron el primer trabajo sobre una cadena de bloques asegurados criptográficamente, no fue notoria hasta 2008, cuando se hizo popular con la llegada del bitcóin. Pero actualmente su utilización está siendo demandada en otras aplicaciones comerciales y se proyecta un crecimiento anual del 51% para 2022 en varios mercados, como el de las instituciones financieras o el de Internet de las Cosas.
Blockchain es una tecnología que crea un libro mayor inmutable, descentralizado, increíblemente seguro, especialmente en comparación con la mayoría de los estándares de seguridad actuales. Solo para dar una idea de lo difícil que es piratear la red bitcoin, en junio pasado (y la dificultad ha aumentado desde entonces) se comprobó que se necesitaba aproximadamente un billón de dólares en equipos y miles de personas trabajando para configurarla, además de una enorme cantidad de poder a su disposición.
En pocas palabras, no se puede hacer fraude. Esto no es lo mismo para todas las “blockchain”, y hay algunas que han sido pirateadas, incluso recientemente. Pero, si éstas se desarrollaran adecuadamente, seguramente todas serían más seguras que los métodos tradicionales de votación utilizados en la actualidad por la mayoría de los países y sería más difícil cometer fraude electoral.
Entonces, ¿cómo se implementaría esto? El mayor beneficio de esto sería que permite la posibilida de una votación remota, por lo que el elector podría sufragar en la comodidad de su hogar en lugar de tener que desplazarse hasta el lugar de votación. Por supuesto, esto podría haber sido muy beneficioso en este momento para limitar las multitudes en los recintos electorales durante una pandemia y aún podría ser útil durante otros brotes menores de enfermedades como la gripe. También, podría aumentar la participación de los votantes ya que tomaría menos tiempo para votar. Para aquellos que están tecnológicamente limitados o sin acceso a Internet, aún podrían existir recintos electorales tradicionales, pero incluso ellos también se beneficiarían ya que enfrentarían filas mucho más cortas que antes.
Entonces, ¿qué impide que los países hagan esto? Principalmente su falta de comprensión. He hablado con muchos que piensan que el Bitcóin se puede copiar como cualquier archivo digital antiguo, muchos más aún, no están convencidos de que no se pueda piratear y que solo sería cuestión de tiempo antes de que se cree un dispositivo para hacerlo. Desafortunadamente, esto significa que incluso si se utiliza la tecnología “blockchain”, no se detendrán los gritos del fraude, incluso si no está justificado. Teniendo en cuenta que parte del problema es convencer al público de que la elección fue justa, es probable que el “blockchain” no solucione esto, al menos no todavía.
A pesar del retroceso, creo que esto es algo que todos los gobiernos pueden analizar. Eventualmente, los escépticos aparecerán, pero podremos tener total confianza en el proceso electoral de nuestros respectivos países.