Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 23 de noviembre de 2020
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Renovación dirigencias
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En las elecciones de gobiernos autónomos, marzo de 2015, para la Alcaldía cruceña se habilitaron 7 candidaturas (12 precandidatos), al Concejo llegaron solo 3 (STP-UCS-MAS). Para la Gobernación se habilitaron 6 candidaturas (11 precandidatos) a la Asamblea, solo llegaron 2 (MDS-MAS). Ahora se repite la pasarela política, como en un concurso de mises, desfilan, quedan los que se habilitan y finalmente llegará uno al sillón de alcalde y gobernador. Al Concejo y a la Asamblea solo llegarán tres. El ciudadano se encarga de dar seriedad a la política.
El MAS ganó la elección general en octubre de 2014 con el 62%. A la vuelta la oposición ganó ampliamente la Alcaldía y la Gobernación en marzo de 2015. Los datos demuestran que el MAS no puede conquistar la Santa Cruz autónoma de sus gobiernos en elecciones locales (Alcaldía ciudad-Gobernación). Tampoco la oposición no conquista el centralismo del Estado. Ambos no conocen la conformación de sus estructuras sociales y económicas de desarrollo.
El Comité Pro Santa Cruz se denomina gobierno moral porque está conformado por instituciones de la sociedad civil. Es fuerte porque es apolítico conforme a su Estatuto. Distinto a la “asamblea de la paceñidad” cuyo estatuto permite ser presidido por una autoridad política. El comité representa los intereses, desarrollo y bienestar del departamento, independiente de las visiones o ideologías. Se desconoce cuál es el nuevo rol del Comité, cuando en su mismo seno hace un llamado a conformar un frente único para derrotar a un partido político en un proceso eleccionario. En su momento tendrán que dar explicaciones las instituciones corporativas que conforman el Comité. Más allá de su estatuto ¿si el ciudadano exige renovación política, el Comité pretende una unidad entre dinosaurios y jóvenes emergentes?
Luego de 15 años de continuidad política en Santa Cruz, de haber avanzado poco en el desarrollo de los problemas como ciudad y sin un proyecto político de alternativa nacional, la gente pide renovación, por la fuerza de la ley y por la debacle nacional sufrida el 18 de octubre. Santa Cruz pasó de la gloria del 12 de noviembre 2019 a la tragedia del 18-O-2020.
La catarsis política que vive la ciudadanía cruceña (donde se gestaron los 21 días) apunta al desahogo mediante una renovación de su clase política. La ciudadanía apunta a prescindir de: aquellos que vienen ejerciendo la política vinculados al poder desde antes del año 2005. De aquellos vinculados al poder de los 14 años del MAS y finalmente de aquellos vinculados al desastroso año de transición.