El expresidente Evo Morales arremetió ayer contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y declaró que coordina en la organización del nuevo Gobierno con los actuales mandatarios Luis Arce y David Choquehuanca, pese a que ayer ninguno de estos dos últimos estuvo en su recibimiento en Chimoré, como habían anunciado dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS).

Dos analistas consultados por este medio vieron en el hecho señales de fisuras internas en el MAS, además de que el exmandatario busca dar la ilusión de que aún tiene el poder político.

Morales, en su discurso ante una multitud de sus seguidores, señaló que Arce y Choquehuanca no pudieron estar presentes por las tareas de “organización de la gestión pública”.

Según el analista político Rolando Tellería, se pueden hacer varias interpretaciones, pero en general considera que no son buenas señales dentro del MAS.

“Pone de manifiesto una cierta insubordinación de Arce y Choquehuanca. Morales aspiraba para su llegada a un apoteósico recibimiento, con toda la militancia masista a sus pies. Hay, al parecer, fisuras internas”, observó.

Empero, Morales tampoco dudó en expresar que mantiene conversaciones frecuentes con Luis Arce. “Hablamos esta mañana, debates para no equivocarnos en la designación de autoridades”, agregó.

El analista político Marcelo Arequipa considera que estas declaraciones, en las que Morales se incluye como parte de los que toman las decisiones en las designaciones, revelan el “animal político” del exmandatario que busca tener algún grado de poder.

“Esa declaración tiene que ver con la generación de ilusión que quiere imprimir de que aún tiene el poder fáctico de Gobierno. No dudo que no coordinará o se le consultará, pero de nuevo creo que el perfil político mismo de Evo le impide separar la gestión del poder político nacional con la labor de su organización política”, aseveró Arequipa.

Morales también se refirió al TSE actual. Pidió a los asambleístas nacionales de su partido solicitar un informe o interpelar al presidente del Órgano (Salvador Romero) para que éste explique los motivos que llevaron a cancelar el conteo rápido (Direpre) un día antes.

Además, los acusó de querer “tapar los resultados” cuando se conoció, con el boca de urna, que el MAS había ganado.

Bienes estatales

Además, políticos de oposición cuestionaron el uso de bienes estatales para el recibimiento del exmandatario, comenzando por la ocupación del aeropuerto de Chimoré, y anunciaron una investigación sobre la legalidad y los permisos.

El alcalde de Villa Tunari, Asterio Romero, señaló que se buscaron coliseos, estadios y avenidas para este encuentro, pero ninguno se adaptaba al objetivo de alcanzar el millón de participantes. Por ello, optaron por el aeropuerto, el cual tiene un valor agregado para ellos, pues es el lugar del cual Morales partió hace un año para buscar asilo político en México.

La senadora de Comunidad Ciudadana (CC), Andrea Barrientos, señaló que desconoce los alcances de este acto y la verdadera posibilidad de hacerlo en un ambiente como el aeropuerto, pero pedirá datos.

Horas después, Morales y su comitiva continuaron en el coliseo de Chimoré, otro bien municipal. Asimismo, entre los presentes a este acto se encontraban exmiembros del gabinete, como Carlos Romero, Sacha Llorenti, Diego Pary y otros.

Entre las actuales autoridades estaban el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño; el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, y el presidente de Diputados, Freddy Mamani.

Ante la posibilidad del uso de vehículos del Estado, Barrientos señaló que pedirá información. “Voy a hacer llegar una solicitud formal para saber en qué condiciones se han utilizado bienes del Estado”, dijo.

Caos, comercio y largas filas de autos por la concentración de bienvenida

Hay al menos 40 kilómetros entre Senda III, en las afueras de Chimoré, y el aeropuerto del municipio, distancia que mucha gente no dudó en recorrer a pie ida y vuelta para llegar a la concentración.

La ruta tuvo que hacerse caminando, pues largas filas de camiones, flotas y vehículos livianos avanzaban con lentitud. El trayecto de 15 minutos ahora demoró más de una hora.

A esto se suma que el comercio tomó todas las vías y llegaron a colocarse incluso a pocos centímetros de la carretera. No se observaron controles municipales, pero sí algunos efectivos de tránsito que intentaban controlar el tráfico.

Sin medidas de bioseguridad

La pandemia del coronavirus se encuentra vigente; aun así, eran muy pocas las personas que utilizaban un barbijo para protegerse. La distancia social era nula, principalmente en la concentración donde la gente llegaba a estar codo con codo.

Esta misma aglomeración además provocó grandes cantidades de basura a lo largo del trayecto al aeropuerto y también en el propio ambiente, residuos que tendrán que ser recogidos por el municipio o los servicios aeroportuarios.

Personas que llegaron de otros municipios y departamentos reclamaron la deficiente organización de la Alcaldía de Chimoré, cuyos funcionarios no se encontraron en el trayecto.