Medio: Opinión
Fecha de la publicación: miércoles 11 de noviembre de 2020
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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El presidente Luis Arce Catacora posesionó a su gabinete el lunes. Priorizó a profesionales que tienen experiencia en gestión pública y, además, militancia en el partido de gobierno.
Tras conocer que ganó las elecciones del 18 de octubre, el Mandatario prometió que los ministros serían personas jóvenes, profesionales y comprometidas con el país, y eso se refleja en el gabinete.
Sin embargo, todo indica que algunos grupos de masistas, principalmente de El Alto, Tarija y Potosí, no están de acuerdo y exigen que el Presidente tome en cuenta el “cupo” que, según ellos, les corresponde en el poder Ejecutivo.
El lunes en la mañana, antes de que juren los ministros, un grupo de masistas irrumpió en el Viceministerio de Descolonización y exigió que renuncien todos los denominados “pititas”, en referencia a los funcionarios que ingresaron a trabajar con la expresidenta Jeanine Áñez.
Más tarde, las protestas se dieron en El Alto pidiendo ministerios. Dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto indicaron que Arce hizo los nombramientos “sin consultar ni consensuar” con los movimiento sociales.
Desde todo punto de vista, este tipo de exigencias son cuestionables, porque no deberían poner ningún tipo de condicionamientos al Presidente, más aún si es de su propia organización política.
El Mandatario tiene toda la potestad legal de elegir de forma independiente y sin ningún tipo de presiones al equipo de ministros que lo acompañará en su gestión, y eso es lo que hizo. Es más, fue consecuente y escogió a los que él considera los mejores hombres y mujeres para que le ayuden a enfrentar la profunda crisis económica, sanitaria y política que vive Bolivia.
Si algunas organizaciones sociales pensaron que seguirán con esa vieja práctica política, que lamentablemente ejercieron durante el gobierno del expresidente Evo Morales, se equivocaron.
No se puede entender que, por ejemplo, la viuda del dirigente minero Orlando Gutiérrez, que falleció hace unos días en circunstancias aún desconocidas, exija al Presidente que dé el cargo de Ministro de Minería al hermano mayor del sindicalista, o que algunos masistas alteños acudan a la violencia para tratar de ser escuchados y conseguir por la fuerza un cargo.
Es momento de que los simpatizantes y militantes del MAS apoyen y respalden al gobierno de Arce para que pueda hacer una buena gestión y comience a ejecutar las medidas que se requieren.
Bolivia necesita del concurso de todos y todas, moros y cristianos, masistas y no masistas, para superar la crisis que agobia a todo el pueblo.