Después de la debacle en las recientes elecciones en nuestro país, la democracia ha sufrido el peor de sus momentos en su historia, pero no solamente en nuestro país, sino casi en todo el mundo.

Ya sabemos el autoritarismo de la China. También sabemos que en Rusia el presidente Putin reformó la constitución de Rusia para perpetuarse como presidente, algo similar cuando nuestro anterior presidente ignorando la democracia y violando la Constitución Política del Estado se presentó como candidato en 2019 después que en el referéndum de febrero del 2016 Bolivia le dijo que no.

“Basta de Políticos”, basta de palabras vacías, de mentiras y promesas incumplidas, de negocios y negociados, de personas acusadas que irán presas, de repartos ilícitos y de favorecer al círculo de amigos cercanos o afines a los gobiernos. Basta de corrupción, “La gente está cansada de los políticos”. Una frase poco académica instalada en la calle, así la proclaman los ciudadanos comunes que trabajan cada día para poder subsistir.

Gran parte de la población mundial en especial la gente joven que ahora se los llama milenios está perdiendo la fe en la democracia. Los nacidos entre 1981 y 1996 se ven desilusionados con su sistema de gobierno más que cualquier generación joven que se recuerde.

El periódico Times del Reino Unido en su edición del martes 20 de octubre publicó un estudio que realizo la Universidad de Cambridge donde advierte que gran parte de los países del mundo han perdido la fe en la democracia algo que es muy serio para la política mundial.

En esta encuesta tomó parte personas de 20 y 30 años, esta es la primera generación en la memoria viva que tiene una mayoría global que no está satisfecha con la forma en que funciona la democracia.

El colapso de la confianza es particularmente pronunciado en las “democracias anglosajonas” de Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia. Sin embargo, se observan tendencias similares en América Latina, África subsahariana y el sur de Europa.

Los expertos de la Universidad de Cambridge dicen que un estudio muestra que el 48% de los menores de 35 años cree en la democracia en comparación con dos tercios en la década de 1990 y principios de la de 2000. Primera vez en la memoria viva que la mayoría de los jóvenes insatisfechos con la democracia. La encuesta involucró a 5 millones de personas en 160 países y se publicó ayer.

En la década de 1990 y principios de la de 2000, casi dos tercios de los menores de 35 años creían en la democracia, en comparación con solo el 48% actual.

El estudio de esta famosa universidad publicado ayer se basó en una encuesta de cinco millones de jóvenes en 160 países entre principios de la década de 1970 y este año.

El aumento de la carga de la deuda, las menores probabilidades de ser propietario de una casa, los mayores desafíos para formar una familia y la dependencia de la riqueza heredada para tener éxito son factores que contribuyen al descontento de los jóvenes.

Añadió: “Esta desconexión democrática no es un hecho, sino el resultado de que las democracias no lograron obtener resultados importantes para los jóvenes en las últimas décadas, desde empleos y oportunidades de vida hasta abordar la desigualdad y el cambio climático”.

Los años transcurridos desde 2008 han visto una recesión económica seguida de años de agitación política después del referéndum Brexit de 2016, y luego el caos de la pandemia de coronavirus este año.

La experiencia de la última década contrasta con la de las personas que alcanzaron los 30 años en la década de 1990 o principios de la de 2000. Esos años vieron el colapso del comunismo y el triunfo de la democracia, seguidos de años de auge económico. Luego, casi dos tercios de la generación más joven, el 62%, creía en la democracia. El nivel de compromiso con la democracia ha caído ahora al 48%.

La creencia en la democracia entre los jóvenes aumentó del 54 por ciento en la década de 1950 al 57 por ciento entre los ‘baby boomers’ nacidos en las dos décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, antes de alcanzar un pico a principios de la década de 2000.

Si bien el cambio climático sigue siendo un movimiento político más que un factor en el nivel de vida y el estilo de vida de las personas, los altos precios de la vivienda en Gran Bretaña han llevado a mínimos históricos en la propiedad de viviendas y a una generación ‘boomerang’, con una cuarta parte de las personas de entre 20 y 30 años que viven con sus familias.

Las tasas de natalidad entre las mujeres jóvenes se encuentran en un mínimo histórico, y se cree que las razones son las dificultades para formar familias que han seguido al auge de la educación y las carreras de las mujeres y la disminución del matrimonio y el número de relaciones estables.

El informe encontró que a medida que los jóvenes pierden la confianza en la democracia, son cada vez más propensos a ver a los oponentes políticos como moralmente defectuosos.

En las democracias occidentales, el 41 por ciento de los nacidos en los 80 y principios de los 90 piensan que se puede saber si una persona es buena o mala si conoce su política, en comparación con solo el 30 por ciento de los votantes mayores de 35 años.

Los expertos de la Universidad de Cambridge dicen que un estudio muestra que el 48% de los menores de 35 años cree en la democracia en comparación con dos tercios en la década de 1990 y principios de la de 2000.