Medio: Jornada
Fecha de la publicación: lunes 09 de noviembre de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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Aunque ambos se mostraron prestos al diálogo con todos los sectores y con la oposición, el presidente Arce lanzó duros ataques sindicando directamente al gobierno de Jeanine Añez. Choquehuanca centró su discurso en el misticismo de las culturas ancestrales, en el ayllu. Arce afirmó que se usó a la pandemia para «prorrogar a un gobierno ilegal e ilegítimo». «En un año se retrocedió en todas las conquistas del pueblo boliviano», el «gobierno de facto dejó el país en ruinas», afirmó. El vicepresidente manifestó: «Todos somos Bolivia. Debemos poner fin al miedo», pidió que ya no se debe odiar ni estigmatizar al otro solo por pensar o militar en un partido diferente.
Arce aseveró «gobernaremos con responsabilidad e inclusión… con el objetivo de que Bolivia vuelva a la senda de la estabilidad… «Venceremos a la pandemia y a la crisis económica, como lo hicimos antes». Se comprometió a «rectificar lo que estuvo mal y profundizar lo que estuvo bien».
El mensaje del Vicepresidente Choquehuanca, estuvo matizado por alusiones a las culturas ancestrales, rescatando señales de contenido místico. Enlazó esos principios con la actualidad e hizo referencia a que en las culturas ancestrales hay principios que deben ser guía, y citó la «obligación de comunicarnos, obligación de dialogar, es un principio del vivir bien», por lo que dedujo que «no debe haber persecución a la libertad de expresión». «Los bolivianos debemos superar la división, el odio, el racismo. No más judicialización de la política, ya no más abuso de poder. El poder tiene que ser para ayudar, el poder tiene que circular. Así como la economía, se tiene que redistribuir… Ya no más impunidad, justicia, pero la justicia tiene que ser verdaderamente independiente».
Las expresiones de los nuevos gobernantes llevan varios mensajes y señales de alerta. Seguramente la ciudadanía los decodificará de acuerdo a su posición y su forma de ver la realidad y las ofertas electorales.
No somos isla, por tanto, en una nueva era de globalización en la que los países subdesarrollados frente a los desarrollados y potencias, se encuentran en desigualdad de economías, sufrieron mucho más el impacto del Covid-19.
El Movimiento Al Socialismo reasumió la conducción del país y los mandatarios expresaron sentimientos encontrados. Los anuncios de buenas intenciones o las advertencias y alusiones, sin duda tendrán su efecto. Las repercusiones pueden ser de aceptación, apoyo, rechazo o indiferencia, ya que en nuestro medio las promesas o anuncios tienen un particular modo de influir en las personas, algunas se entusiasman, otras se enojan, las más discuten y pocas son las que analizan e intentan descubrir intenciones o mensajes ocultos.
Varias personas encontrarán coincidencias entre las posiciones y expresiones del Presidente y del Vicepresidente, otras notarán contradicciones. Algunas explicarán -al estilo de Choquehuanca- como «la complementación de los polos opuestos», y no faltarán los que vayan a escudriñar en las secuelas del pasado, las relaciones de ambos actuales mandatarios cuando estaban en el gobierno de Evo Morales a los que ahora se suman otros que «no quieren saber nada de los que operaron en altas responsabilidades en el régimen de los casi 14 años».
Sin duda hay mucho que comprender y explicarse a uno mismo, probablemente se requieren más elementos de juicio para una cabal interpretación, pero con la ayuda del comodín que dice que en política todo es posible, se puede admitir, desde «cruzar ríos de sangre», hasta dar una vuelta de «conversión» total, con el argumento de que la política es dinámica.
Lo que no se puso en claro, es cómo y en qué tiempo se reactivara la economía nacional. Estos son otros tiempos, si bien el camino de la democracia es ancho, el hambre no espera y el desempleo ocasiona pasiones encontradas que derivan en exigencias.