El diputado de CC, Walter Villagra, declaró a ANF que el regreso de Morales se dio en medio de un contexto en el cual las cuestiones legales sobre denuncias que pesan contra su persona no están muy claras y su retorno se ve como una “especie de provocación”.

“(Provocación) en el aspecto de que estuve asilado y no me permitían venir, ahora y vengo con todos los honores; le acompaña el presidente (de Argentina Alberto Fernández) hasta la frontera; hace una caravana y como que decir está volviendo a gobernar”, sostuvo Villagrana.

Añadió que como expresidente debe someterse a la justicia en un ámbito de independencia del Órgano Judicial y sin ningún tipo de sometimiento. En ese marco, remarcó que la palabra que preocupa es “sometimiento” porque incluso en algún momento se habló de activar la búsqueda de Morales a través de la Interpol activando los sellos correspondientes y ahora está ingresando al país sin tranquilamente.

Por su parte, el diputado de la Bancada de Creemos, Richard Ribera, de la misma forma, vio que con el regreso de Morales a Bolivia la justicia está sometida al Gobierno de turno. En ese marco, señaló que los bolivianos necesitan realmente que haya un cambio y expresó su deseo de que fuera maravilloso que la justicia empiece a mostrar que no es servil al nuevo Gobierno y que más bien muestre independencia.

En su criterio, el ingreso de Morales al país no es una entrada triunfal como lo predican desde el MAS, más bien significa un “gasto económico grandísimo” que de repente se pudo dar a muchas personas en Bolivia que padecen hambre. Pidió no olvidar el tema de la pandemia del coronavirus (Covid-19) que actualmente está vigente.

Desde la pasada jornada se observaron preparativos para el retorno de Morales a Bolivia. En la víspera el presidente argentino ofreció una cena en una ciudad fronteriza para despedir de ese país a Evo, en donde estuvo asilado evo durante casi un año.

La mañana de este lunes, Morales y el exvicepresidente, Álvaro García Linera, ingresaron a Bolivia por Villazón y fueron recibidos por simpatizantes del MAS, donde también les esperaba una caravana para acompañarlos hasta Chimoré, Cochabamba, desde donde salieron cuando renunciaron a sus cargos.