“Quiero pedir públicamente a las autoridades del órgano judicial: hagan un acto de justicia con los miembros o exmiembros del Tribunal Supremo de Justicia (Electoral); no hubo fraude el año pasado, ganamos en primera vuelta como ahora. ¿Qué fraude?”, exigió.
Admitió que a lo largo de este tiempo estuvo en contacto con dirigentes de organizaciones sociales para pedirles que tengan paciencia ante provocaciones de la oposición, pues ellos estaban dispuestos a salir a las calles.
“Con muchos dirigentes hablamos telefónicamente, a veces vía zoom. (Les decía): ‘paciencia, paciencia, pero con conciencia. Nos están provocado, provocando, aguantemos, aguantemos, con tal que garanticemos las elecciones’”.
Según él, con esa paciencia recuperaron la democracia y la patria.
A un año de su exilio, primero un mes en México y 11 meses en Argentina, desde donde regresó este lunes y donde admitió haber vivido “totalmente gratis”, señaló que “el esfuerzo, el sacrificio no ha sido en vano. Pensé que este exilio o refugio iba a tardar mucho tiempo, había de toda la vida. Gracias al pueblo boliviano apenas un año ya estamos retornando”.
Dijo que si no hubiera salido de Bolivia su destino hubiera sido el cementerio o Estados Unidos ya que dijo que ofrecieron hasta 50 mil dólares por su cabeza. Alegó que por eso decidió cuidar su vida y su proceso de cambio.
En medio de la ovación de los militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS), afirmó que se viven tres fiestas: la victoria del Luis Arce y David Choquehuanca en las elecciones, su regreso acompañado del exvicepresidente Álvaro García Linera y otras exuatoridades refugiadas en Argentina, y el golpe a los gringos de Estados Unidos.