Medio: El Deber
Fecha de la publicación: domingo 08 de noviembre de 2020
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Renovación dirigencias
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En su mensaje, Choquehuanca dijo: “Ya no más persecución, ya no más judicialización de la política, ya no más abuso de poder. El poder tiene que ser para ayudar, el poder tiene que circular, el poder así como la economía se tiene que redistribuir, tiene que circular, tiene que fluir, así como la sangre fluye dentro de nuestro organismo. Ya no más impunidad, justicia hermanos”. Esta alusión no tuvo un destinatario claro, si al gobierno de Jeanine Áñez o a la anterior gestión de Evo Morales.
Por su parte, Luis Arce fue muy duro con la gestión “de facto” de Áñez, pero tampoco mencionó a Evo Morales. Solamente dedicó una línea: “No repetiremos los errores” del pasado.
En un momento, cuando se le quebró la voz al recordar las voces de ánimo que escuchó en su recorrido por Bolivia durante la campaña, la bancada de MAS, la única que quedó en la sesión (ante el abandono de la de Comunidad Ciudadana y la inasistencia de la de Creemos) exclamó: “¡Lucho, Lucho, Lucho!”, con lo que consolidó así su respaldo, apoyo y cariño al nuevo presidente.
El expresidente Jorge Quiroga hizo notar esta ausencia y escribió: “Mientras David Choquehuanca llama a la concordia, Luis Arce no tiene respuestas a la crisis económica que él nos legó, solo culpa a lamentable gestión de transición. 14 años de despilfarro nos pasarán factura. En dos horas de jolgorio masista, nadie mencionó al depravado que fugó”.
El excandidato a la vicepresidencia, Samuel Doria Medina, coincidió con Tuto Quiroga y habló de una memoria contradictoria. "El vicepresidente Choquehuanca habló de la unidad y el reencuentro de todos los bolivianos. Inmediatamente lo desmintió el presidente, que se ensañó contra el periodo de transición y habló solo para el 55% que votó por él y se olvidó del 45% que no lo hizo”.