Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: sábado 31 de octubre de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Asamblea Legislativa Plurinacional
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No tienen el menor empacho en dejar de lado las posibilidades de consenso, acuerdo, coordinación, solo les interesa imponer sus decisiones a cualquier precio, así sea poniendo en riesgo la democracia y el estado de derecho. Si antes de asumir formalmente el poder asumen este tipo de actitudes, imagínense lo que podrán hacer cuando retomen el Ejecutivo. La situación es realmente preocupante. Una cosa es lo que dicen sus partidarios, especialmente sus líderes, y otra muy diferente lo que hacen, carentes de principios y respeto a las minorías, por ejemplo. “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”, dice el refrán. De boca para afuera son todo democracia, pero en su accionar, no.
Y este aspecto de que no son nada democráticos se ve reflejado en lo que dieron en difundir las llamadas “listas de odio”, como en tiempos propios del nazismo, apuntando, señalando y marcando a todos y cada uno de quienes, en muchos casos, solo cumplieron su deber como en el de los periodistas, de informar o generar opinión, tarea que se hace desde mucho antes de que Evo Morales sea dirigente cocalero y que precisamente gracias a este tipo de labor fue creciendo públicamente. Por las redes sociales se habla también de “listas de odio” de policías y militares, que seguramente, como en el caso de los periodistas, solamente se remitieron a cumplir la Constitución y las leyes, como el de preservar el orden, la paz y la tranquilidad.
Parecería que el totalitarismo está de regreso en Bolivia, dejar de lado los dos tercios en la Asamblea nacional, como se pretende, es una prueba irrefutable. Es probable que efectivamente así sea, sin embargo, también debe tenerse claro que la población boliviana, en un mayor porcentaje, es democrática, las vidas que se perdieron en la recuperación de la democracia y su preservación, también son una muestra irrefutable.
El pueblo boliviano tiene claro que el mayor bien de un ser humano, de una sociedad, de un pueblo, de un país, es la libertad y está claro que no va perderla, así como así.